México:La Suprema Corte anuló el camino legal para los problemas indígenas. que
Por Iñaki. - Saturday, Sep. 07, 2002 at 6:25 PM

Mientras los ecos de los disparos que asesinaron a cuatro indígenas en Chiapas, se siguen escuchando, el máximo tribunal de justicia dio pie a que se generalice la violencia: desechó la Ley Indígena.

La Suprema Corte de Justicia puso fin ayer a las impugnaciones a la Ley Indígena(ver http://argentina.indymedia.org/news/2002/09/48405.php).
Los integrantes de la Corte utilizaron todo tipo de justificaciones como si vivieran en un país en el que se respeta el estado de derecho.
El Ministro Juan Díaz Romero utilizó la siguiente falacia:
"Si la Corte se diera a sí misma el poder de alterar o cuestionar la Constitución, base de todo el sistema jurídico sería comparable a decir que el metro, como medida de longitud, es susceptible de alargarse o acortarse ante cualquier evento. Se perdería la confianza y la certidumbre, porque la medida básica habría perdido su naturaleza esencial, que es la seguridad".
"Se tacharía a la Corte de activismo judicial o de la arrogancia de creer que es el único órgano con el monopolio de la ética todo tiene un límite", agregó, "la Corte es el órgano terminal de la justicia en México, pero la Constitución es el órgano terminal del estado de derecho".
Mariano Azuela y otros dos ministros consideraron que sí era válido analizar la reforma constitucional, aunque sólo el procedimiento, no el contenido.
Sin embargo, Azuela y sus colegas llegaron a la conclusión de que la reforma cuestionada fue válida en su procedimiento, que sí se consultó a los pueblos indígenas, y que corresponde a los Congresos estatales legislar detalladamente en la materia.
La Secretaría de Gobernación aseguró que el Gobierno mantendrá abiertos los canales para un diálogo respetuoso con actores políticos y sociales a fin de consolidar el reconocimiento de los derechos de los indígenas en el marco jurídico nacional.

Contexto e historia de la Suprema Corte mexicana.

A la hora de resolver la controversia indígena, el tema jurídico-político más importante de los últimos años, la Suprema Corte de Justicia optó por el perfil público más bajo que fuera posible lograr.
La estrategia operó impecablemente. Sólo los once ministros y sus secretarios de estudio y cuenta, tuvieron claro cuándo sería resuelto el asunto: en viernes (día en que el máximo tribunal suele no operar), sin convocatoria previa de ningún tipo a la prensa y abriendo el debate al público antes de las 10 de la mañana, mucho más temprano que lo habitual.
Los ministros aprendieron de la amarga experiencia de octubre de 1998, cuando resolvieron el polémico tema del anatocismo y la capitalización de intereses ya que en esa ocasión, miembros de El Barzón y otras organizaciones de deudores entraron a la sesión, la interrumpieron, y luego bloquearon durante todo el día los accesos al edificio de la Corte en Pino Suárez.
Ayer, el escenario fue muy distinto. Para las 9:30 horas, el salón de Plenos estaba lleno pero no de reporteros o fotógrafos. Los presentes eran, todos, empleados de la Corte, conscientes de que presenciaban lo que bien puede haber sido el debate constitucional más relevante en la historia del máximo tribunal.
Desde hace un año, cuando la Oficialía de Partes fue agobiada con 330 controversias contra la llamada "Ley Indígena" --en realidad, una reforma a cinco artículos de la Constitución--, poca gente en el tribunal pensaba que las demandas tenían posibilidad de éxito.
De entrada, el obstáculo era claro e insalvable: ¿Cómo impugnar una reforma a la Constitución, la ley suprema del país? ¿Dónde dice que los ministros pueden cuestionar la Carta Magna, cuando la Corte existe exclusivamente para defender ese documento? Ayer, la densidad técnica del debate fue tal, que a fin de cuentas no tuvo nada qué ver con los indígenas.

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