Julio López
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APORTE PARA LA DISCUSION SOBRE LA CRISIS INTER-ASAMBLEARIA
Por Asamblea Popular de Plaza Congreso - Thursday, Jan. 16, 2003 at 11:43 AM
asambleacongreso@hotmail.com

“Cuando no hay rumbo preciso, todos los vientos son adversos” (Séneca)

I
A un año del levantamiento del 19 y 20 de diciembre de 2001, el movimiento asambleario se encuentra en la que es su etapa tal vez más decisiva. Este es el momento ineludible de hacer un balance y definir su futuro.
Lo primero que salta a la vista es que si bien el fenómeno social de las Asambleas Populares nació con la revuelta de diciembre, estas no fueron efímeras sino que con los altibajos inevitables, hoy siguen vivas, y están para quedarse como sujetos activos de la política Argentina.
Es real que ya no existen las asambleas de 300 personas y las interbarriales que juntaban 2000 en el convulsionado verano anterior pero es cierto que con un número de integrantes mucho más reducido prácticamente no ha desaparecido ninguna, por el contrario, por diversas razones en algunos barrios se han desdoblado en 2 o 3 distintas. Estas asambleas que se originaron espontáneamente y de carácter reclamativo, fueron creciendo en organización debido a que en la decantación de sus integrantes se fue formando una camada de vecinos con mayor compromiso militante, esto hizo posible la toma de espacios, la organización de merenderos y comedores, la realización de eventos culturales así como la distribución de bolsones de comida, etc. Es así como vemos que a lo largo de un año de vida las distintas asambleas barriales fueron desarrollándose de acuerdo a las necesidades propias del barrio , por ejemplo en unas el eje principal giró en la organización de los desocupados como otras lo hicieron alrededor del tema tarifario, o de la salud, etc.
Estas organizaciones tan nuevas, heterogéneas, variadas, horizontales y policlasistas en un análisis ligero se podría afirmar sin que pareciera descabellado que sucumbirían ante las presiones políticas del régimen, de los partidos reformistas, los CGP, las burocracias sindicales o los demagogos de turno, pero no, hoy podemos comprobar que sigue tan vigente como al principio el reclamo de “Que se vayan todos”, que no compramos la trampa electoral, y lo que es más destacable: La caída estrepitosa del muro de intereses y prejuicios que dividían a los sectores medios de la sociedad de los más postergados. Esta especie de muro de Berlín que derribó la insurrección del 20 de diciembre que hizo por ejemplo que la conciencia de un ahorrista descubriera que el robo de su dinero lo realizó el sistema financiero capitalista y no los pobres a los que “no les gusta trabajar”.

Después de reivindicar esta trayectoria de un año que junto con el desarrollo de los movimientos piqueteros produjeron el mayor sacudimiento de las estructuras de la sociedad de las últimas décadas, como decíamos al principio, entramos en una etapa decisiva, de aquí en más seremos responsables de nuestro avance o de nuestra consecuente frustración.

Hace ya un tiempo que se está dando en un amplio sector del movimiento asambleario el debate sobre cuestiones organizativas como consecuencia ni más ni menos de la toma de conciencia de la falta de protagonismo y coordinación del mismo en el último período y que culminó con el desvanecimiento definitivo de la interbarrial de Parque Centenario después de algunos intentos de revivirla, entonces, creemos saludable intervenir en el mismo puntualizando humildemente algunas consideraciones:

Variadas son las opiniones del porque de esta situación, de este estado de desorganización y disgregación creciente. Se dice que estamos en un reflujo, se dice que el “aparateo” de los partidos de izquierda provocó la huida de los asambleístas y se dan otras excusas por el estilo.

Con el desmembramiento de la Interbarrial queda a la vista, en definitiva, la esterilidad de los planteos que defienden la unidad por la unidad misma, como si ella constituyera de por sí un logro político.
De los objetivos y de la estrategia política que adopte el movimiento asambleario, o que adopten sectores del mismo, se desprenderá una u otra modalidad de organización, y no a la inversa: Insistir en adoptar como eje del debate las cuestiones organizativas, no sólo no resuelve la crisis de “coordinación” y “aparateo” del movimiento, sino que forma parte del verdadero problema. Y el problema es que no hay organización que pueda avanzar si no existe un verdadero acuerdo sobre en qué dirección debe hacerlo y cuál es la meta política de ese avance.
En cambio, el ocultamiento de las profundas divergencias en lo relativo a cómo instrumentar una salida política popular a la crisis actual, muestra el enfoque puramente de aparato, puramente organizativo y formal, de quienes insisten en impulsar la “unidad” sin priorizar la adopción de objetivos políticos de fondo, que orienten la intervención del movimiento asambleario en la lucha contra el régimen político y social en vigencia.

Así fue como, en casi un año de vida de las asambleas populares, no fructificó un debate político acerca de la unificación de objetivos políticos del movimiento. Ese ha sido el pecado capital del movimiento asambleario, y la disgregación de la Interbarrial no hace más que sancionar, en el terreno de la organización, la frustración política del mismo.

II

En materia de estrategia y objetivos políticos, hacemos saber que nuestra asamblea considera que la crisis política en curso no puede ser superada en un sentido popular, a través de la convocatoria electoral trucha orquestada por Duhalde (y que no avanza sino hundiéndose cada día un poco más, y sin que consiga despertar el mas minimo entusiasmo popular), ni por ninguna convocatoria electoral por más amplia y democrática que pretenda ser. El terreno electoral ha demostrado claramente en octubre de 2001, que no es apto para canalizar las aspiraciones y necesidades de la mayoría nacional, sino todo lo contrario.
Creemos, en cambio, que sólo una organización formada por todos los sectores en lucha contra este régimen capitalista, unida bajo un programa mínimo popular que proponga el poder de un gobierno de los trabajadores y el pueblo es la construcción capaz de resolver la crisis política, económica y estructural de la Argentina. , programa siempre sujeto a debate pero que podemos resumir en los siguientes cuatro puntos:

1) Desconocimiento de la deuda externa y empleo de los recursos retenidos para aumentar urgentemente los presupuestos de salud y educación, estatizando los emprendimientos que actualmente lucran con el hundimiento del presupuesto público destinado a dichas áreas;
2) Nacionalización de la banca y el comercio exterior, bajo control de los trabajadores y el pueblo, lo que –entre otras cosas- permitirá devolver el valor original de los depósitos a los pequeños ahorristas, y resolver la crisis de los pequeños deudores hipotecarios y bancarios en general;
3) Estatización de las empresas de servicios privatizadas, sin indemnizaciones, y los grandes pulpos empresarios que controlan los resortes de la economía nacional, bajo control de los trabajadores y el pueblo, para terminar con la fuga de capitales, la desinversión, los negociados y los vaciamientos, y
4) Reparto de las horas de trabajo sin afectar al salario para, en correlación con una reorientación general planificada del aparato productivo nacional -que lo ponga al servicio de los intereses de la mayoría nacional-, garantizar un salario mínimo de $ 700, así como una jubilación mínima y un seguro de desempleo de $ 500.

Somos concientes que hoy no existe una organización popular capaz de conquistar el poder y llevar a cabo el programa popular elemental más arriba mencionado, y también tenemos la seguridad de que no será el actual régimen político quien tenga la capacidad de llevarlas a cabo. Por eso es que se necesita construir un poder popular que, además de plantear las demandas mínimas que permitan revertir la crisis, el hambre y el atraso; sea capaz de llevarlas a cabo reorganizando las bases políticas e institucionales de la nación, a partir de una real democracia popular adonde el gobierno y la política no sea patrimonio de corruptos y explotadores.

En la ocasión de celebrarse la 2º Interbarrial Nacional, la APPC llevó la propuesta de conformar un bloque de asambleas que reclame un lugar en la mesa del Bloque Piquetero Nacional debido a que este era el sector más dinámico de la sociedad y cuyo plan de lucha votado en la 2º ANT realizada en Villa Dominico en la cual participamos junto a una treintena de asambleas, era el único que se estaba llevando a cabo consecuentemente, por lo tanto las asambleas que adherimos y participamos de la aplicación deberíamos ser parte activa de la elaboración de los futuros planes de lucha en forma más corporativa y no individual como asambleas aisladas.
Desde entonces ha corrido bastante agua bajo el puente, ha pasado la 3ª ANT, hemos cumplido con el plan de lucha votado en esa oportunidad por esa 3ªAsamblea que se caracterizo por ser más amplia y a su vez tener discusiones internas más intensas.
Hoy estamos frente a una nueva Asamblea Nacional de Trabajadores a realizarse en febrero. El 20 de diciembre último demostró dentro del movimiento piquetero que el protagonismo está del lado de los que libran la lucha contra el gobierno de Duhalde y no del de los que negocian con él. Que en el movimiento de fábricas recuperadas hay un sector de vanguardia dispuesto a participar definitivamente de este proceso diferenciándose de los que se encaminaron por la senda del cooperativismo liderado por la burocracia peronista y los funcionarios de la pcia. de Bs. As., que buena parte del movimiento estudiantil, sectores sindicales combativos, como así también sectores relacionados con el pequeño comercio e industria ven en este camino una posibilidad de cambio real, y -en este contexto- las asambleas también entramos en zona de definiciones.

III

De lo expuesto se desprende que, desde nuestra perspectiva política, el modo de organización asambleario debería ganar en ejecutividad y capacidad de movilización conjunta detrás de los objetivos postulados. Creemos que el modo de organización que se ha dado el movimiento piquetero combativo, manifiesto en las asambleas nacionales de trabajadores, es el idóneo, tanto para marchar en pos de nuestra meta política como para mensurar el acierto o desacierto de lo ejecutado, y la calidad y cantidad de lo avanzado en cada tramo. Creemos que este modo de organización asamblearia-piquetera es la única coherente con nuestra apreciación de que el Bloque Piquetero Nacional y, más en general, la estrategia plasmada en las asambleas nacionales de trabajadores, es el elemento más dinámico y consecuente en el campo de los que luchan contra el gobierno y el régimen, apreciación que nos llevó a reiterar la propuesta de la formación de un Bloque Asambleario que reclame un lugar en la mesa del Bloque Piquetero Nacional y que cuente con autoridad convocante para la realización de las Asambleas Nacionales de Trabajadores Ocupados y Desocupados por venir.
Para la APPC no es cuestión de reunir “asambleas interbarriales” sin rumbo todos los fines de semana, sino de establecer planes de lucha centrados en ejes políticos de fondo y ejecutarlos, convocando plenos para ello y, a su término, evaluando y relanzando los planes de lucha en nuevos plenos, etc. Estimamos que, en términos organizativos, este planteo diferencia la unidad en la lucha de la “bolsa de gatos” y, de paso, del gatopardismo que medra con la ausencia de delimitaciones políticas de fondo.

Por último, queremos señalar que la formación de este Bloque de Asambleas no debe entenderse como un abandono de toda instancia de diálogo, coordinación y unidad en la lucha con el conjunto del movimiento asambleario; por el contrario, debe entenderse como un intento de transparentar y clarificar el debate político en el seno de este movimiento, en la perspectiva de una mayor unidad, la unidad de todos los que luchamos por un camino que establezca las condiciones políticas para acabar con el hambre y el atraso nacionales, y abra la perspectiva de un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

Asamblea Popular de Plaza Congreso (10-01-2003)

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¿QUIEN ES EL SR.SALVADORI? Juanka Monday, Feb. 03, 2003 at 7:24 PM
Rectificación Tomás Salvadori Monday, Feb. 03, 2003 at 1:49 PM
¿Qué dice la asamblea de Plaza Congreso? Tomás Salvadori Monday, Feb. 03, 2003 at 1:35 PM
si che....... sean sinceros jaime Saturday, Jan. 18, 2003 at 11:25 PM
Sean mas sinceros danilo Thursday, Jan. 16, 2003 at 2:52 PM