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Sinchal, Ecuador: orfebrería ancestral
Por Jorge Carrillo Guadalupe -
Tuesday, Jan. 21, 2003 at 12:51 AM
La creatividad de los orfebres de Sinchal reflejan sus raíces milenarias al ser parte de la cultura Valdivia. Un acercamiento a su realidad.
En un pequeño local de la población de Sinchal, los orfebres, hombres y mujeres, con mucha paciencia, creatividad y persistencia, dan formas a la plata, el oro, la concha, la tagua, los cuernos del toro, entre otros elementos que contribuyen a entregarnos hermosas joyas, que se pueden adquirir a precios muy convenientes en esa población.
Sinchal esta ubicada en la provincia del Guayas, pertenece al cantón Santa Elena, parroquia Manglaralto. Para llegar al sitio se tiene como referencia a la población de Valdivia, es más esta población tiene sus orígenes en esa cultura milenaria.
Una de las acciones urgentes que requieren los integrantes de la Asociación de joyeros “Arte Oro” es la promoción de sus creaciones, aquí quisiéramos ver un aporte de los medios masivos de confusión. Como no hay aceite para los “Comedidos Subsidiados”, no se puede ver a grandes titulares estas pequeñas grandes acciones de los orfebres de Sinchal.
Los ecuatorianos requerimos de transparentar nuestras conciencias, valorar nuestras raíces ancestrales, redescubrir los conocimientos en todas las áreas adaptaron y aportaron estos grupos de seres humanos que habitamos esta parte del planeta.
LOS PESCADORES DE SAN PEDRO.
Las olas en la constante de su existencia, nos provocan sensaciones disímiles en cada uno de nosotros, el sol se oculta lentamente en el atardecer, esta rojo, ya sus rayos son inofensivos; a esta hora vuelven los pescadores de San Pedro, vienen con el trabajo del día, los peces de varias especies han sido atrapados en sus redes. Para un “paisanito” que conoce poquísimo de esta área, todo es extremadamente sorprendente.
Los pescadores son gente muy amable, nos acogen con familiaridad, responden a todas las inquietudes que les formulamos, incluso nos invitan a acompañarlos. Viejos, jóvenes, niños, se embarcan en la aventura de adentrarse en las inmensas aguas del Pacífico, para buscar el sustento de cada día, para reproducirse como pueblo, para dar continuidad a su cultura milenaria, pese a las acciones neoliberales, que por la insaciable sed de riqueza, pretenden desaparecernos.
Entre los graves problemas que enfrentan los pescadores esta la acción de “los piratas” que en ocasiones les despojan de todo, no están tan lejos de las playas y nadie ha podido o quiere enfrentar a esta plaga, sin duda que el fruto del trabajo de los pescadores, que es robado por los piratas, se comercia con los grandes barcos pesqueros de las transnacionales, por ello la “Marina” ecuatoriana se hace de la vista gorda.
Otro constituye la “disposición superior” de la “Armada del Ecuador”que cada veinte días o al mes “ordena” que nadie puede salir a pescar, porqué? Pues por las maniobras que cotidianamente realizan con la Marina de los Estados Unidos.
Por ello si aparecía como una afirmación aventurada de que los defectos genéticos que existen en los habitantes de ese sector de la patria, como señalábamos en una nota anterior, se debería a la utilización de armas con material radiactivo, pero esto esta para estudiarse y confirmarse o descartarse luego de una necesaria y urgente investigación a la que hacemos un llamado urgente a cualquier ser humano en cualquier parte del mundo.
La comercialización es un problema, no solo de los pescadores de San Pedro y otros lugares del país, a los que el Gobierno de Gutiérrez debería dar respuestas, ojalá que las cosas se enrumben de una manera diferente. Los grandes beneficiarios del trabajo sacrificado de los pescadores son los intermediarios, que comercian con las empacadoras o enlatadoras de pescado y los que distribuyen a los mercados del Ecuador, existe aquí alguna propuesta gubernamental o de Pachacutik?.
Y las empacadoras o enlatadoras de pescado ubicadas en las orillas del mar desde Santa Elena hasta Puerto López que fue parte de nuestro recorrido, utilizan mano de obra infantil, a la que pagan poco, no tienen beneficios sociales. Los desechos malolientes y altamente tóxicos de las empacadoras se descargan directamente al mar, no hemos visto ninguna medida que vaya a corregir este atentado al mar y todos los seres que vivimos de este recurso, idéntica situación y pésima acción es la de las camaroneras que por allí abundan, todas contaminan gravemente al mar y no hemos escuchado jamás de acciones que conminen a cambiar de actitud a estos inescrupulosos empresaurios, que solo quieren más riqueza a costa del bien común.
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Por Jorge Carrillo Guadalupe -
Tuesday, Jan. 21, 2003 at 12:51 AM
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Por Jorge Carrillo Guadalupe -
Tuesday, Jan. 21, 2003 at 12:51 AM
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