Las raíces de la rebelión boliviana: breve historia de la insurección katarista de 1781
Por Pablo Indio -más Katari que nunca- - Tuesday, Jan. 21, 2003 at 5:06 AM

El relato trata de la guerra katarista contra España, centrándose en Bartolina Sisa, indígena aymara compañera de Tupaj Katari, quién con sólo 26 años fuera una de las figuras más importantes de la insurección. Aunque jamás lo lean, va dedicado a las campesinas e indígenas que hoy combaten en las rutas de todo Bolivia. En su espírutu revive Bartolina...fuerza kullakas!

Un poco largo pero vale la pena leerlo. El relato lo saqué del sitio Aymara "Katari Uta" (La Casa de Katari).

URL: http://www.geocities.com/katariuta/index.html

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Bartolina Sisa nació en 1750 en el Ayllu de Ukuyri. Bartolina no supo que un día la civilización Aymara alcanzó las cumbres de la sabiduría proponiendo la armonía y el respeto hacia la madre tierra: La Pachamama.
O tal vez sí supo de esa gran cultura que desarrolló formas organizativas, económicas y sociales de equidad y justicia, porque aunque los españoles habían destruído todo lo que encontraron a su paso, el SER ANDINO había sobrevivido.

Bartolina provenía de la línea de las Mama T¹allas, mujeres autoridades a la par de los hombres que tenían incluso divinidades femeninas propias. Mujeres inteligentes, laboriosas, guerreras que eran contempladas con respeto dentro de la filosofía Aymara de los opuestos complementarios. Lo femenino y masculino como complementariedad necesaria para el equilibrio. La solidaridad como principio extendido a las relaciones ser humano/a y naturaleza, hombre y mujer, cosmos y tierra. La solidaridad del Ayllu.

Ella sí sabia del invasor que brutal, sanguinario y bestial acabó a sangre y fuego el imperio Inca y convirtió al despótico rey Inca en cadáver y al pueblo quechua en compañero de esclavitud y dolor de los Aymaras, haciéndolos uno sólo.

Supo de las pestes que traían los europeos y que acaban con poblaciones enteras, supo de su maldad y vicios ensañados en la mujer indígena. Vio los abusos de los patrones de hacienda que exigían productos, trabajo, impuestos.

Las jóvenes antes de casarse eran violadas por los patrones y soldados españoles y curas católicos, el "derecho de pernada". Las mujeres eran encerradas por dias en cuartos húmedos y oscuros, sin derecho a alimento ni hacer sus necesidades, hilando y tejiendo, hilando y tejiendo para el "Caballero" español.

Violentadas, golpeadas , insultadas y despreciadas varias mujeres originarias prefirieron el suicidio y la muerte de sus hijos, antes de presenciar el brutal genocidio al que fue sometido el pueblo Aymara Quechua por la invasión española.

Seguramente Bartolina supo lo que era el trabajo desde el vientre de su madre. Y supo lo que era el hambre pues el producto del trabajo de las comunidades era arrebatado por el patron.

Sin embargo, más allá de la esclavitud, Bartolina en los 26 años que vivió, plantó la bandera de la reestructuración de la Nación Quechua Aymara y fue paradigma de la mujer indígena y representación de otras muchas mujeres originarias que lucharon por la liberación de los pueblos originarios.

Varios hechos violentos que se habian hecho cotidianos colmaron la paciencia de las comunidades, abusos incontables, asesinatos atroces. La invasión española habia significado un permanente estado de brutalidad donde además de practicarse la violencia física y la esclavitud, diariamente se destruían toda la cultura y valores originarios.

Los españoles sumaron a sus abusos el incremento de impuestos (1778) cuyo intento de reclamo fue respondido con masacres a las comunidades.

Las comunidades pacíficas y pacientes han llegado al límite, es entonces que el Ejército Aymara de Liberación inició su guerra libertaria contra la sanguinaria ocupación española. Tupak Katari liderizó esta Guerra Revolucionaria.

Bartolina se ha unido al ejército de Tupak Katari, tiene apenas 25 años.

Después de larga y cuidadosa organización conectada a la lucha de los hermanos Quechuas Amaristas, en febrero de 1781, el Ejército Aymara de Liberación inicia su guerra libertaria contra la sanguinaria ocupación española.

Tupak Katari lideriza a los y las guerreras andinas reivindicando la Sociedad Comunitaria de Ayllus frente al sistema esclavista de las haciendas, obrajes y minas españolas.

En su programa revolucionario plantea entre otros objetivos el restablecimiento de la Nación Andina Comunaria frente al sistema occidental de opresión, genocidio, ecocidio y etnocidio.

Miles de comunarios mujeres y hombres aymaras rodean Puno y luego se retiran. Las tropas españolas a mando de Jose Pinedo atacan con cañones, armas y pólvora a los Aymaras y Quechuas que combaten sólo con piedras, pese a esta diferencia los españoles son vencidos. Bartolina, compañera de Tupak Katari organiza a las mujeres quienes demuestran su valor y trabajo infatigable.

En marzo de 1781 el tatacura de Viacha exige que se elimine a la población indigena que él consideraba "peligrosa". Segurola, corregidor español famoso como degollador de indígenas envió 700 hombres fieramente armados que tenían la mision de pasar a cuchillo a la poblacion indígena que no tuviera el visto bueno del cura. Viacha se tiñó de sangre de hombres, mujeres y niños indígenas masacrados por la sanguinaria España.

Al dia siguiente, 6 de marzo de 1782, Segurola en persona marchó a Viacha a terminar su obra y 300 originarios fueron asesinados, quemados vivos, degollados y torturados.

Después de robar los ganados, saquear las cosechas almacenadas y convertir en cenizas las comunidades los españoles se retiraron a La Paz.

En el camino Segurola arrasó con Laja, otra población donde esta vez encontró resistencia de la población, la que se defendió con gran valor, los españoles escribirían con asombro que los Aymaras de Laja pese a estar atravesados de balas, ensangrentados y heridos de muerte pelearon hasta perder el último aliento

La guerrilla andina de Tupaj Katari llega hasta Ventilla para enfrentar el grupo de genocidio de Segurola y allí sucede lo inesperado, al resonar de los pututus (cuernos) miles de aymaras esclavizados se levantan contra los crueles invasores europeos y se sublevan contra los patrones blancos y mestizos.

Toda la provincia de Omasuyos, enorme ayllu andino, se levanta libertariamente y se declara territorio libre.

En Ventilla se registra ya la intervencion de Bartolina Sisa en la comandancia conjunta de hombres y mujeres a la usanza Aymara.

El 13 de marzo 40.000 Aymaras y Quechuas se reúnen para iniciar el Cerco a Chuquiago (La Paz).

20.000 habitantes españoles quedan asombrados cuando los revolucionarios extienden un cerco humano en medio de gritos, y el ulular de los pututus, los oprimidos de diferentes centros campesinos se unen y aunque Segurola sale de la muralla con un ejército armado poderoso es derrotado por las piedras del ejercito Katarista y las tropas españolas huyen cobardemente.

El 21 de mayo Tupak Katari se aleja y el ejército queda bajo la dirección de Bartolina Sisa, su misión es la de cuidar que el cerco a Chuquiago no se rompa pero los españoles al ver a una mujer en la dirección envian 300 soldados para capturarla.

Lejos de pensar en retirse, Bartolina ordena el ataque que ella dirige y a fuerza de piedras los españoles son derrotados por el ejercito andino donde las guerreras aymaras lucharon a la par de los hombres aymaras.

No fue rara la participación de las amazonas Aymaras y Quechuas. El ejército de Quiswas de Chayanta, por ejemplo, estuvo dirigido por la viuda de Tomas Katari: Kurusa Llave, quien luchó valerosamente hasta ser derrotada por las fuerzas de auxilio que recibieron los españoles, dirigidos por Ignacio Flores.

De la misma forma Gregoria Apaza, hermana menor de Tupak Katari quien fué compañera de Andres Tupak Amaru hijo del Inca Tupak Amaru, dirigió a las tropas femeninas, en varias batallas. Esta comandanta, vestida de hombre, dirigió fieras ofensivas del ejercito del joven Amaru.
Muchas otras mujeres anónimas andinas pelearon en los ejércitos Amaristas y Kataristas.

Se habían cumplido 109 dias del cerco Katarista cuando el 10 de julio de 1781, los españoles recibieron refuerzos desde Charkas. Después de dejar algunas provisiones que no lograron satisfacer a la población española y criolla en Chuquiago, el ejército español salió de la ciudad para asaltar a las comunidades. Se produjeron nuevas atrocidades con el incendio y quema de hombres, mujeres y niños/as en las comunidades y el degüello de varios pobladores indiígenas.

Tupac Katari es obligado a replegarse y en esta acción se produce la captura de Bartolina Sisa.

Cuando la comandanta se dirigía al campamento de Pampajasi, sus mismos acompañantes la traicionan y la entregaron presa al cruel Flores quien la condujo presa a la ciudad de La Paz. En Chuquiago fue recibida por una lluvia de piedras, insultos y golpes. El genocida Segurola la encerró encadenada en la peor de las celdas.

Los españoles torturan a Bartolina Sisa y le dan el peor de los tratos pero la mantienen con vida esperando usarla como un cebo para capturar a Katari.

El 5 de octubre, por ejemplo, sacan a Bartolina de su prisión y disfrazan las terribles condiciones en que la tenian prisionera, lavada y vestida con ropajes ajenos la colocan a pocos pasos del cerco humano del ejercito Katarista, mientras Segurola prepara el ataque con varios soldados españoles disfrazados de indígenas. Sin embargo, Tupak Katari, no cae en la trampa y envia a dos mensajeros para que entreguen alimentos, coca y oro a Bartolina.

Los Kataristas planearon usar el recurso de la inundación para tomar Chuaquiago,el 12 de octubre es desbordada la represa a orillas del cerro Achachicala que las tropas kataristas habían construído; pero la inundación no tuvo el resultado esperado. En tanto, Chuquiago recibió un fuerte refuerzo militar muy superior númericamente y armamentísticamente al ejercito katarista, obligándolo al repliegue.

Tupak Katari es atacado por dos ejércitos, el de Reseguín y el de Segurola quien ataca desde el valle de Mallasilla masacrando a diferentes poblaciones indígenas. Katari se ve obligado a ordenar la retirada hasta Peñas donde se encuentra con Miguel Bastidas, quien ya habia desertado. Otro traidor: Tomas Inkalipe, delata a Katari y facilita su aprehensión.

Katari es conducido hasta Achachicala, rapado, coronado con una gorra de espinas y clavos es paseado y expuesto para burlas. El 14 de noviembre de 1781 es masacrado. Amarrado a las sinchas de 4 caballos que lo descuartizarían, grita:
"Solamente a mi me matan, volveré y seré millones…."
después de arrancarle la lengua, los españoles lo descuartizan y luego exponen los trozos. Después de 10 meses sus restos son quemados y sus cenizas arrojadas al aire.

Un año mas tarde, el 5 de septiembre de 1782 los españoles y sus bizarros mestizos, sacan a Bartolina Sisa y rapada y desnuda, la hacen pasear por la calles de Chuquiago, torturada, golpeada e insultada, es atada a la cola de un caballo con una soga al cuello y le ponen una corona de espinas.

Sus gemidos molestan a los españoles quienes para callarla le cortan los pechos.

Luego la arrastran varias vueltas por la plaza y le arrancan la lengua.

Caída la llevan a patadas hasta la horca donde es asesinada y descuartizada.
Sus miembros fueron arrancados y su cabeza clavada en un palo fue expuesta en Cruzpata.

El mismo trato español, recibió Gregoria Apaza, compañera del joven inca Andres Tupaj Amaru, ella fue igualmente paseada con una corona de clavos y espinas junto a Bartolina Sisa y ahorcada y después despedazada. Su cabeza fue expuesta en Sorata y luego quemada y sus cenizas arrojadas al viento.

Anselmo, hijo de Tupaj Amaru, un niño de 10 anos fué descubierto por el Corregidor Necochea y torturado y luego muerto.

Quede en tu historia de "triunfos civilizatorios" en realidad, genocidio y barbarie que cometiste y por el cual NUNCA pediste perdón

MALDITA ESPAÑA.

Pasados los años, las nuevas generaciones de Aymaras y Quechuas, han mantenido en la memoria el brillo del ejemplo de las guerreras Bartolina Sisa, Gregoria Apaza y Kurusa Llave, heroínas Aymaras y Quechuas, enterradas y vilipendiadas por los historiadores mestizos.

Hoy viven con todo esplendor de su valor, coraje y capacidad de lideres en las mujeres andinas de hoy.
Ellas van forjando su propia historia en la misma estela de Bartolina la que a pedradas luchó contra España.

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