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MITOS SOBRE EL VIH/SIDA
Por Reenvio de Entropia, Boletin Informativo -
Thursday, Dec. 01, 2005 at 4:06 PM
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MITOS SOBRE EL VIH/SIDA
En este contexto es que
aparece como imprescindible analizar algunos mitos que alrededor del vih/sida
se han ido construyendo en el imaginario social y que se han transformado
en barreras que no permiten una cabal comprensión del tema y por ende
dificultan la adopción de conductas seguras en el cuidado de la salud
por parte de la población. Una de las creencias
más difundidas es la que se refiere a la falsa convicción que
gran parte de la población tiene sobre que es lo mismo ser portador
de vih que enfermo de sida. El desconocimiento de que el proceso infección-enfermedad
puede ser muy prolongado en el tiempo ( ya que una persona se infecta con
el virus y luego de varios años recién aparecen los síntomas
de la enfermedad) hace que no se tenga en cuenta el necesario cuidado con
personas que, a ojos vista, aparecen como saludables pero que por estar ya
cursando una infección asintomática son potenciales transmisores
del virus. La negación es
otro de los problemas que dificultan una correcta actitud preventiva, ya que
al considerarse, erróneamente, que esta enfermedad afecta solo a determinados
grupos de la población ( creencia que surge por ser los homosexuales,
adictos y personas con prácticas promiscuas quienes se vieron originariamente
afectados por la epidemia) se cree que se esta lejos de la misma por no pertenecer
a ninguno de estos grupos poblacionales y por ende libre de la posibilidad
de contagio. No se tiene en cuenta el fuerte proceso de hetosexualización
que en nuestra provincia ha tenido el vih/sida en los últimos años,
lo que se ha traducido en una creciente participación de la mujer en
la epidemia. Otra de las cuestiones
a tener en cuenta es la que se refiere a la pareja estable o pareja única,
presentada por muchos años como una efectiva forma de evitar el contagio
del vih, pero la realidad comenzó a demostrar que si esta estabilidad
esta medida solo a través del tiempo de duración de la pareja
sin que se le sume la fidelidad, esta formula presentada como segura abre
paso a la realidad de las constantes y crecientes infecciones detectadas en
personas que han sido engañadas mediante relaciones en las que no se
ha usado profilácticos, lo que permitió que el virus ingresara
en la supuesta relación segura que otorgaba la pareja estable. No puede dejar de mencionarse
la asociación que muchas personas hacen entre sida y muerte, esto como
consecuencia de que durante muchos años se carecía de tratamientos
y por lo tanto la mayoría de las personas afectadas por esta enfermedad
terminaban muriendo. Pero esta triste realidad se comenzó a modificar
radicalmente hacia 1996 con la aparición de los tratamientos antirretrovirales,
que han permitido disminuir la mortalidad y mejorar calidad de vida de quienes
están viviendo con vih/sida. El miedo a la muerte no permite que muchas
personas que han tenido prácticas riesgosas y que desconocen su estado
sexológico, resuelvan hacerse el análisis para conocer su situación
e iniciar un temprano tratamiento con todas las ventajas que ello implica. Todas estas cuestiones
están fuertemente atravesadas por la discriminación, que producto
de los miedos al contagio y los prejuicios, llevan a muchas personas de tener
estas actitudes con quienes están afectados por esta enfermedad. Una
correcta información sobre las vías de contagio y sobre la ausencia
de riesgos que implica convivir en la vida cotidiana con una persona afectada
por el vih/sida, son las formas que permitirán dejar de lado esta injustificable
práctica.
Hace ya veinte años
que la epidemia de vih/sida se hizo presente en nuestra provincia y su constante
crecimiento nos lleva reflexionar no solo a cerca las insuficientes campañas
de prevención existentes, sino sobre las estrategias que permitan la
construcción de un mensaje más adecuado para poner freno a la
misma.
Los estereotipos que la gente ha construido a cerca de cómo son las
personas afectadas por esta enfermedad, son la resultante de las imágenes
que la población ha ido rescatando de películas que han sido
vistas en nuestra provincia durante años y que mostraban, por lo general,
a personas viviendo con vih/sida con un gran estado de deterioro físico.
A partir de estas visualizaciones se tiene la errada convicción de
que todos los que están afectados por esta epidemia tienen ese aspecto.
Cuando en realidad muchas de éstas personas no pueden ser detectadas
como tales ya que no solo pueden estar cursando una etapa de infección
asintomática sino que debido a la eficacia de los tratamientos antirretrovirales,
actualmente existentes, se la mejorado muchísimo su calidad de vida
y por ende su condición física. Esto lleva a engaños
a quienes bajan las medidas de protección con quienes consideran sanos
solo por su aspecto exterior.