¡Organicemos el rechazo activo a la trampa electoral!
Por Oscar Sarandí - Thursday, Oct. 10, 2002 at 3:30 AM

Reproduzco un volante del MAS sobre la trampa electoral

¡ORGANICEMOS EL RECHAZO ACTIVO
A LA TRAMPA ELECTORAL!

El gobierno de Duhalde se aferra a lo único que aún lo sostiene: el cumplimiento del cronograma electoral. Incluso eso está en discusión: varios candidatos del PJ han manifestado su interés en adelantar las elecciones. Mientras tanto, sigue el eterno vals entre el gobierno y el FMI buscando un acuerdo cada vez más mínimo en sus montos y plazos, pero con exigencias cada vez mayores.

La situación social se agrava por minuto. Están volviendo a arreciar despidos en las empresas y ataques a los trabajadores como en Cocarsa. Por abajo, las organizaciones de lucha de trabajadores ocupados, desocupados y vecinos se siguen desarrollando, pero aún no logran presentarse ante la sociedad como una alternativa para el conjunto.

En este marco, el gobierno intenta imponer las elecciones más escandalosamente antidemocráticas y tramposas desde 1983. Un presidente no elegido por nadie, quiere que se vote sin tocar uno solo de los cargos ocupados por gente que no representa a nadie. No sólo eso: como parte del plan de rescatar al conjunto de las instituciones, se da la situación de que el mismo gobierno que asustado por el pueblo en las calles quiso salvar su cabeza prometiendo cortar la de la Corte Suprema, ahora quieren anular el juicio político.

Buscan enterrar el argentinazo bajo una montaña de votos

Tanto cinismo descarado tiene una explicación: se trata de un intento desesperado de los políticos del sistema para hacer retroceder el proceso en marcha desde el 19 y 20 de diciembre. No sólo quieren impedir que el odio a la clase política se extienda a los mayores responsables del desastre: las grandes empresas, las privatizadas, los bancos y el imperialismo. Buscan preparar el terreno para que el próximo gobierno tenga herramientas políticas útiles para una sola cosa: disciplinar a la protesta social y poner en marcha el plan "sustentable" que exigen Estados Unidos y los cuervos financieros internacionales.
Para lograr esto, la clase capitalista y sus políticos a sueldo necesitan sí o sí algo de lo que hoy carecen totalmente: legitimidad política ante la población. Veamos un ejemplo de esto: ¿qué autoridad tiene Duhalde para limpiar las calles de protestas y golpear duro a los piqueteros, cuando la muerte de Kosteki y Santillán lo obligó a dar las hurras por anticipado? Este estado de cosas es intolerable e insostenible para los poderosos de la Argentina. Necesitan un gobierno al que no le estén mojando la oreja cada dos por tres y que pueda hacer frente a las luchas populares con algo de consenso. Y eso sólo es posible con un nuevo gobierno que pueda mostrarse fuerte y legitimado por el voto popular.

Por eso esta convocatoria electoral es la respuesta de los políticos capitalistas contra el argentinazo. Porque buscan restaurar el dominio habitual de las instituciones políticas que gobiernan siempre para los empresarios y el FMI. Porque quieren liquidar el cuestionamiento a los partidos, a los políticos y al Parlamento, que no los deja gobernar de manera "normal". Quieren que el nuevo gobierno tenga "derecho a gobernar", derecho que Duhalde, para el conjunto de la población, no tiene. Ese es el objetivo de las elecciones.

Por la mas amplia unidad para organizar el rechazo activo a las elecciones

Pero tienen problemas. Porque vivimos una “campaña electoral” a temperatura de freezer: como reconocía Chiche Duhalde, "ningún candidato entusiasma". En las encuestas, cada vez que alguien amenaza pasar la barrera del 20%, se estanca y retrocede. Pasó antes con Carrió y ahora con Rodríguez Saá. A Menem ya no lo quieren ni los yanquis. López Murphy va a sacar muchos votos... en la Bolsa de Comercio. Reutemann sigue en su papel del satánico Dr. No, desesperando a los capitalistas que lo ven como su mejor candidato.

Pero del lado de los trabajadores y el pueblo también tenemos dificultades. La campaña para "que se vayan todos" naufrago a poco de zarpar. Pero no porque la mayoría quiere que se queden todos. Lo que ocurrió es que la convocatoria a "que se vayan todos" fue hegemonizada por sectores políticos que no fueron consecuentes con esa pelea.

El “Espacio” de Carrió, De Gennaro y Zamora a pesar de sus resonantes denuncias mediáticas, hizo todo lo posible para evitar una convocatoria realmente masiva que pusiera en peligro a Duhalde. Tan oportunista fue su conformación que desapareció sin dejar huella cuando Carrió decidió que ya era de hora de dejar de jugar a la heroína democrática y retomó su campaña electoral como si tal cosa. Luis Zamora y Víctor De Gennaro no presentaron una política independiente a la de Carrió. Y cuando ella resolvió salir a juntar votos, se acabó el Espacio. Ahora, Zamora dice que no participará de estas elecciones fraudulentas. Si mantiene esta postura, nos parece que tiene una importante responsabilidad en la tarea de sumarse a un gran movimiento de rechazo activo al llamado electoral.
Por su parte, la CTA denuncia en el documento central de su Congreso el carácter "restrictivo y no democrático" de la convocatoria de Duhalde. Más allá de nuestras conocidas diferencias con De Gennaro y otros dirigentes de la CTA, estamos totalmente dispuestos a discutir e implementar cualquier campaña o acción común que ayude a tirar abajo este régimen putrefacto.

Aquí resulta contradictoria la actitud de Izquierda Unida, que tras haber movilizado en las marchas del 30/8 y 20/9 ahora está totalmente jugada a presentar candidatos. Y esa contradicción no se resuelve con la denuncia a estos comicios... cuando se los acepta de hecho. Diferente es la actitud del PTS, que correctamente llama a alguna forma de rechazo. Queda por verse qué postura adoptará el PO, que, si es consecuente con su análisis -que no compartimos- “de que está planteado en lo inmediato el problema del poder”, no debiera preocuparse por juntar votos.

Por otra parte, la Asamblea Constituyente que reclaman, en distintas variantes, Zamora, IU, el PO y el PTS sería mucho más fácil de imponer como resultado de una deslegitimación total de estas elecciones.

Los luchadores clasistas, los movimientos de trabajadores desocupados, las asambleas populares deben ponerse a la cabeza de esta pelea

Pero no sólo las fuerzas de izquierda. Las experiencias clasistas de los trabajadores ocupados (Turbio, Zanon, la Unter, etc.), las organizaciones de desocupados (el Bloque Piquetero, la Coordinadora Aníbal Verón, el MIJD de Raúl Castells y las corrientes y sindicatos clasistas), junto con las asambleas populares, tenemos una gran posibilidad y una gran responsabilidad: tomar en nuestras manos una clara campaña de rechazo a estas elecciones. Pero no simplemente de abstención, sino de rechazo activo. No estamos hablando de cuestiones tácticas, sino de definiciones políticas. Por ejemplo, ¿qué van a hacer las organizaciones sociales más importantes? ¿Como vamos a pelearle la cabeza a todos los compañeros y a explicarles porqué es posible y necesario rechazar estas elecciones en todas las formas concebibles, quitándoles toda legitimidad? ¿Como vamos a impedir que la mayoría se limite a dejar a los compañeros en "libertad de acción", lo que significa entregarlos a todo el aparato de propaganda de los medios y los partidos del régimen?

Esta actividad es fundamental, porque lo que aquí está en juego es en qué sentido se va a mover la conciencia de millones de personas respecto de este régimen político: hacia profundizar el rechazo o hacia volver a creer en él. La experiencia del argentinazo le dio un golpe durísimo. La convocatoria electoral de Duhalde busca recomponer -con la bendición de toda la clase capitalista y el imperialismo- esta "democracia" desprestigiada, para que el sistema pase a funcionar sin tropiezos. La tarea principal que tienen en ese sentido los trabajadores y el pueblo es reventar esta convocatoria trucha, desbaratar la jugada de un gobierno en agonía y no dejar pasar el intento de preservar un sistema político cuestionado por defender los privilegios y los intereses de una minoría.
Una demostración rotunda del rechazo popular, dejaría en estado de coma a los partidos y políticos tradicionales. Y, a la vez, fortalecerá enormemente a los trabajadores y el pueblo y sus organizaciones, en el camino de continuar el camino iniciado el 19 y 20 de diciembre. No sería la primera vez en la historia argentina que la población rechace una farsa electoral. Por ejemplo, la mayoría de las elecciones entre 1955 y 1973 contaban montañas de votos en blanco y abstenciones, y hasta que el pueblo argentino no pudo votar a quien mayoritariamente quería (Perón), ningún gobierno logró "legitimidad".
Hoy el contexto es muy diferente: no se trata de que proscriben al candidato de la mayoría, sino que la mayoría no quiere aceptar una convocatoria amañada y viciada de nulidad. Pero el desafío que tenemos es parecido: vaciar de toda legitimidad estas elecciones truchas, reventar con el rechazo activo esta trampa del gobierno y el régimen y lograr que, efectivamente, "se vayan todos".

Nadie que se diga defensor de los intereses populares y de una auténtica democracia puede quedar afuera. Llamamos a todos los que no quieran prestarse a esta burda farsa antidemocrática a unir nuestras fuerzas para poner en pie, cada cual desde su perspectiva -que en el caso del MAS es la de un gobierno de los trabajadores y el pueblo-, un gran movimiento unitario que ocupe la escena política con un solo grito: no a la trampa electoral
MAS
Movimiento al socialismo
08/10/02

www.mas.org.ar

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