Julio López
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¡Otra integración andina es posible! (*)
Por Pueblos Indígenas - Thursday, Oct. 30, 2003 at 3:37 AM

29.octubre/2003 - Desde los pueblos Campesinos, Indígenas Y Afro-descendientes

Más de un centenar de delegados campesinos e indígenas, pequeños productores de los pueblos andinos y afro-descendientes que provenimos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Bolivia y Perú; de nuestra región Andina, que los gobiernos neoliberales, la OMC, el FMI y el Banco Mundial se niegan a ver y a escuchar, nos hemos reunido en Lima, Perú, los días 21, 22 y 23 de octubre del presente año, en nuestro II Foro Andino, para analizar la situación de nuestros países y nuestros pueblos, así como proponer alternativas ante el evidente agotamiento del modelo neoliberal.

En efecto, mujeres y hombres de las comunidades campesinas e indígenas de aquellos que con el fruto de nuestro trabajo garantizamos la alimentación de nuestros pueblos y nuestras identidades culturales; es decir, aquellos rostros genuinos y curtidos que heredamos el color de la tierra hemos venido a levantar nuestra voz para dar aliento a la victoriosa lucha del pueblo de Bolivia así como a los movimientos indígenas, campesinos y afro-descendientes de nuestros demás países hermanos andinos, y al mismo tiempo para expandir desde lo más profundo de nuestra Pacha Mama el grito montaña andina que le dice no a los gestores de la OMC y al imperio estadounidense que pretende imponernos el Alca.

Del fracaso de la OMC en Cancún a la victoriosa lucha del pueblo boliviano. El II Foro Andino se ha realizado en medio de un contexto internacional y andino que tiene particular relevancia para el destino de nuestros pueblos, en el que se van gestando los frutos de nuestra resistencia y lucha y se van delineando las nuevas tendencias por donde discurrirán las alternativas de cambio al modelo neoliberal imperante.

El pueblo de México y los pueblos del mundo hemos asistido al fracaso de la V Conferencia Ministerial de la OMC, donde los poderosos países desarrollados no han podido imponer sus condiciones como consecuencia del rechazo de los pueblos que globalizan la esperanza por otra integración y que han posibilitado que algunos gobiernos, al interior de la OMC, construyan espacios para frenar las políticas expansionistas comerciales del imperio estadounidense, la Unión Europea y Japón.

A menos de un mes de este hecho, los pueblos de los Andes se han puesto en el centro del escenario mundial, cuando millones de pobladores rurales y urbanos del hermano país de Bolivia lograron expulsar del poder y hacer huir a Gonzalo Sánchez de Lozada, que pretendió entregar el gas a las transnacionales pisoteando la legítima aspiración del pueblo boliviano de que este recurso estratégico se ponga al servicio de su desarrollo nacional.

Pero al mismo tiempo, este II Foro Andino recoge las luchas del pueblo venezolano que se enfrenta al imperialismo estadounidense que está detrás de sus recursos petroleros y romper su independencia; de los movimientos campesino, indígena, urbanos y afro-descendientes que resisten la embestida del Plan Colombia; y de Ecuador, que han zanjado con un gobierno que se puso de espaldas a las justas aspiraciones de transformación y cambio.

De igual manera, cuando el movimiento campesino y agrario peruano acaba de realizar un victorioso paro nacional agrario convocado por el Comité Unitario Nacional de Gremios Agrarios (Cunga) para junto con otros sectores del pueblo exigir cambios de la política económica que permitan atender sus justas demandas. Es en este escenario que el II Foro Andino, acordó adoptar el siguiente lema:

¡Gloria eterna a los Mártires del Pueblo Boliviano! y ¡Gloria eterna al Mártir de la Solidaridad de la Globalización, Lee Kyung Hae!, quien se inmolara en las luchas de Cancún contra la OMC.

Las políticas neoliberales han profundizado la crisis agraria y extendido la pobreza de nuestros pueblos andinos. Estamos a doce años de la aplicación de las políticas de ajuste estructural que nacieron del Consenso de Washington y a ocho años de vigencia de las políticas de la OMC, tiempos más que suficientes para decir al mundo que éstas no han traído sino inestabilidad y crisis política, han profundizado la exclusión y la marginación y, por lo tanto, han restringido nuestros derechos políticos, económicos, sociales y culturales.

El fundamentalismo neoliberal salvaje que se implementa en nuestros países no sólo ha privatizado nuestras empresas públicas productivas, sino que ahora pretenden hacer lo mismo con los servicios públicos, y en particular con los recursos naturales como el agua, la tierra, el gas, entre otros. De igual manera implementan las políticas de fronteras abiertas que consolidan a las transnacionales, los banqueros y a los grupos monopólicos importadores, que en el caso del agro han invadido nuestros países con alimentos subsidiados que generan la competencia desleal con nuestros productores.

Los estados han sido reducidos a su mínima expresión, abandonando no sólo la agricultura sino el mercado interno, mientras que, por otro lado, ingentes proporciones de nuestros presupuestos nacionales se destinan al pago de la inmoral deuda externa. Se implementan políticas tributarias basadas en un conjunto de privilegios a los poderosos que impiden recaudar los fondos necesarios que se requieren para atender las postergadas demandas de los pueblos.

Estas políticas macroeconómicas y sectoriales son las verdaderas causas de los cuadros de inestabilidad e ingobernabilidad de nuestros países, en los que las estructuras políticas formales son incapaces de dar curso a la sed de democracia de nuestros pueblos, donde las comunidades campesinas e indígenas son baluartes de nuevas propuestas de democracia participativa.

En realidad, estamos ante el agotamiento del modelo neoliberal, que como proyecto político, económico y social ya no da más, y que a medida que se profundiza, cierra los espacios democráticos y auspicia gobiernos autoritarios, cuyo ejemplo más reciente es Bolivia, que para proteger los intereses del neoliberalismo no vaciló en declarar una guerra que ha sido peor que en las épocas de las dictaduras militares, que cobró la vida a más de 80 hermanos bolivianos y más de 400 heridos en defensa de sus recursos naturales.

La naturaleza de estos regímenes está estrechamente vinculada a los planes de expansión geopolítica y militar del imperio norteamericano, como lo hemos visto en Afganistán y en Irak, cuya expresión más avanzada en nuestra región es el llamado Plan Colombia, que en realidad abarca a toda el área andina: tomando como pretexto la producción de la hoja de coca, es la aplicación de los planes que implementa desde el 11 de septiembre como parte de su supuesta lucha contra el terrorismo internacional.

El Alca es la continuidad de las políticas de la OMC y de ajuste estructural. En su afán hegemónico, el imperio acrecienta sus planes de expansión, no sólo de índole geopolítico militar sino también comercial, como es el caso del Alca, que es la continuidad de las políticas de la OMC bajo el control estadounidense. Por ello ha anunciado que su política sobre los subsidios a su agricultura no los tratará en el Alca sino en la OMC.

Por otro lado, el Alca le permitiría a Estados Unidos resolver parte de las contradicciones que tiene con la Unión Europea y Japón por el control de los mercados mundiales y consolidar su hegemonía política y militar en el mundo. Este conjunto de razones explica su interés por apresurar su implementación; después del fracaso de Cancún, la vía que ahora escoge son los tratados bilaterales de libre comercio con cada uno de los países, cuyo objetivo es a su vez quebrar los procesos de integración regional, en especial del CAN y el Mercosur.

En el último lustro, el movimiento social latinoamericano, en particular el campesino e indígena y afro-descendiente, ha respondido a esta crisis del modelo económico y de ingobernabilidad no sólo en el terreno de la lucha directa sino que ha empezado a forjar alternativas que se inscriben en un nuevo sentido común. Por estas razones, cuando los gobiernos que nacen de elecciones se ponen de espaldas a las aspiraciones populares, profundizan la crisis de gobernabilidad.

Forjando nuestras alternativas desde la montaña andina. Los pueblos andinos, en particular los campesinos e indígenas, que procedemos de una historia ancestral, que poseemos las mismas raíces culturales y que al mismo tiempo somos víctimas del modelo neoliberal, en este II Foro Andino enarbolamos las siguientes alternativas:

1. Forjar una auténtica integración regional de los pueblos y naciones del área andina que no se reduzca a meras relaciones comerciales y asuma a la agricultura como una de las bases centrales de este proceso en la búsqueda de construir un mercado integrado, justo y solidario. Hacer parte también de este proceso de integración el reforzamiento de nuestra identidad. Es desde esta acumulación regional que buscaremos una relación justa y equitativa entre el CAN y el Mercosur, que dé un tratamiento correcto a las diferencias y diferentes grados de desarrollo y afirme nuestros aspectos comunes. Hacia eso se orientan nuevas alternativas como el Alba (Alianza Latinoamericana Bolivariana de América).

2. Consideramos la primacía de la soberanía y seguridad alimentaria de nuestros pueblos, naciones y países sobre cualquier regla comercial; y desde esa perspectiva, declaramos que la agricultura es parte sustancial de la vida y patrimonio de nuestros pueblos, así como proteger nuestra biodiversidad y sobre todo nuestras semillas. Lo anterior está íntimamente vinculado a la necesidad de implementar reformas agrarias integrales por ser una demanda conjunta de los movimientos campesinos y que va mucho más allá de la simple redistribución de las tierras. En ese sentido, planteamos la generación de condiciones políticas, económicas y sociales distintas a las que prevalecen en la OMC para dar curso a estas aspiraciones de nuestros pueblos.

3. Nuevas políticas macroeconómicas que generen el entorno favorable para el desarrollo interno y combatir la pobreza. Parte de estas propuestas es la aplicación de políticas diferenciadas que tengan como centro el bienestar y progreso de las comunidades campesinas, indígenas y pequeños productores, con precios y sistemas de comercializaciones justas, financiamiento, seguridad jurídica sobre el territorio de las comunidades campesinas e indígenas e inversión pública productiva y social (salud, educación, vivienda).

4. Adoptamos las propuestas de que cada uno de los países del área andina tenemos el derecho de proteger nuestra producción nacional alimentaria que debe contribuir al bienestar de los productores. Por estas mismas razones rechazamos las políticas de "dumping" que avala la OMC y propiciaremos políticas que corrijan las distorsiones de los precios internacionales causadas por la política de subsidios de los países desarrollados.

5. Proponemos una nueva política agropecuaria andina que de manera conjunta dé solución a productos claves para el desarrollo de nuestros países. En este sentido, proponemos que en la región andina el agua no se privatice ni se entregue en concesión, respetando su condición de bien común. En el caso del café, que hoy atraviesa una grave crisis de precios internacionales, proponemos la formación de un fondo de estabilización para mejorar los precios con aporte de los exportadores y del Estado. De la misma manera se deben implementar precios justos con mecanismos de garantía para la papa, que es el principal cultivo de los productores andinos.

6. Nos comprometemos en la defensa de nuestros recursos naturales y frenar los procesos de privatización que sólo satisfacen la voracidad de las transnacionales mineras, energéticas y de hidrocarburos. Propiciamos alternativas de desarrollo agropecuario integral y rechazamos la simple explotación primaria minera; impulsaremos el respeto al principio de precaución para la defensa de los ecosistemas.

7. Reivindicamos el derecho a renegociar la deuda externa con la finalidad de contar con recursos necesarios para garantizar el progreso y bienestar de nuestros pueblos; planteamos también la conversión de la deuda externa en desarrollo social y productivo y de protección del medio ambiente.

8. Los pueblos agrarios, campesinos e indígenas no aceptamos y rechazamos los planes geopolíticos y militares como el Plan Colombia, que quiere imponer el imperio norteamericano usando como pretexto el narcotráfico. Rechazamos los planes de erradicación forzosa de los cultivos de hoja de coca que destruyen nuestra madre tierra y violentan los derechos humanos de los pueblos. Reivindicamos el consumo tradicional y ancestral de la hoja de coca, como rechazamos a las mafias de narcotraficantes organizadas desde los grandes centros de consumo de cocaína que están en los países desarrollados.

Llamamos a la unidad como factor estratégico para construir alianzas entre las organizaciones campesinas e indígenas del Ande. En el II Foro Andino hemos compartido visiones estratégicas y alianzas entre las organizaciones campesinas e indígenas de los países andinos que han dado lugar a la adopción de un plan de acción, cuyos aspectos centrales son los siguientes:

1. Impulsar campañas de difusión de los acuerdos adoptados en el II Foro Andino y acciones de capacitación en las organizaciones sociales de nuestros países.

2. Organizar encuentros fronterizos para continuar analizando, discutiendo y enriqueciendo nuestras propuestas alternativas.

3. Impulsar formas de lucha conjuntas, generando las condiciones para realizar en el momento adecuado una movilización común andina.

4. Fortalecer nuestras alianzas internacionales en particular nuestra CLOC y Vía Campesina.

5. Desarrollar campañas para que el CAN atienda e incorpore en sus alternativas las propuestas que plantea el movimiento campesino, indígena y afro-descendiente del área andina.

Saludamos la presencia solidaria en nuestro II Foro Andino de CLAES de Uruguay, RIAD-Chile, organizaciones gremiales como el CUNGA del Perú, la Campaña Peruana Frente al ALCA, ong’s e instituciones cooperantes internacionales identificadas con nuestra causa.

Finalmente, saludamos el "Encuentro de Solidaridad y Resistencia de los Pueblos Indígenas y Campesinos", realizado en Venezuela del 11 al 14 de octubre así como al próximo "Encuentro Social Alternativo por la Soberanía de los Pueblos: Otra Bolivia es Posible", que se realizará del 13 al 15 de noviembre, en Santa Cruz, Bolivia.

¡No al Alca, otra integración es posible! l


* Manifiesto del II Foro Andino
Organizaciones participantes: CLOC - REGIÓN ANDINA: VENEZUELA: Consejo Nacional Indio de Venezuela (Conive); COLOMBIA: Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (Fensuagro), Asociación Nacional de Usuarios Campesinos -Unidad y Reconstrucción (ANUC-UR); ECUADOR: Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), Confederación Nacional del Seguro Social Campesino (CONFEUNASSC); BOLIVIA: Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC), Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia "BARTOLINA SISA" (FNMCB); PERÚ: Confederación Campesina del Perú (CCP), Confederación Nacional Agraria (CNA).


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