Origen de la conmemoración del 1° de mayo
Por pablo (s) - Friday, May. 03, 2002 at 12:50 AM

Texto escrito por un viejo militante José Pinyol (76) de la causa obrera.

Origen de la conmemoración del primero de mayo

La fecha recuerda las luchas de los trabajadores para obtener la jornada laboral de 8 horas, con no más de 48 horas semanales.
Por los menos desde el siglo 9, humanistas, reformadores y utopistas venían propagando un ideal de vida: los “tres 8” (8 horas para dormir, 8 para trabajar, 8 para el ocio).


La revolución industrial (que se desarrolló aproximadamente entre 1780 y 1850, inicialmente en Inglaterra y que se extendió a la Europa continental luego), valorizó más la máquina que al hombre; si bien muchos ex-artesanos fueron absorbidos por la industria, se los reubicó con una calificación y salario inferior. Como dice Humberto Eco: “Salarios bajos, largos e interrumpidos horarios de trabajo, deficientes condiciones higiénicas en él, ningún respeto por los límites de edad: se llego a 16 horas de trabajo para niños de 12 años. Y después del trabajo, el retorno a sórdidos tugurios, en los barrios levantados cerca de los centros industriales, superpoblados y privados de elementos higiénicos”. (1)


Ello originó inmensos beneficios a los capitalistas y a la naciente burguesía industrial, quienes lograron que los políticos desentendieran los crecientes reclamos obreros (el “laissez faire”: dejar hacer). El descontento social engendró multitud de huelgas y de manifestaciones, muchas ruidosas y algunas violentas.


En octubre de 1884 se realizó un congreso de los trabajadores en Chicago, organizado por la A.F.L. (American Federetion of Labor); un delegado –Gabriel Edmoston, carpintero propuso y así fue aprobado dar un plazo para que los políticos establecieran la legislación para la fijación de la jornada laboral de las 8 horas y las 48 horas semanales, en todas las actividades y para todo el país; se fijo como fecha tope el 1° de mayo de 1886. Está fue la primera vez que aparece la fecha del 1° de mayo en relación con las demandas de los trabajadores.


A medida que el 1° de mayo se acercaba, el clima laboral se fue espesando; los políticos se hacían los sordos y la legislación esperada no se trataba (había sido “cajoneada” diríamos los argentinos); quienes reclamaban por las 8 horas fueron despedidos y reemplazados por obreros “amarillos”, alquilados por contratistas que los llevaban de una fábrica a otra para substituir a los huelguistas y despedidos.


Estos contratistas (algunos murieron millonarios), suministraban también, grupos de matones rompe-huelgas. Se formaron “empresas de seguridad” (policía privada), tal como la famosa Pinkerton, con gente de muy pocas luces y garrote fácil...


Milwaukee (2), 1° de mayo de 1886, huelguistas luchan contra los rompe huelgas y quedan 9 muertos y unos 70 heridos.


Chicago (3), 3 de mayo de 1886, huelguistas lucharon a golpes con los “amarillos”, interviene la policía privada que fue recibida a pedradas y entonces, la policía del condado –que había estado a la expectativa hasta entonces- interviene con descargas de fusilería; quedan 6 muertos y unos 50 heridos.


Debido a estos hechos, los grupos anarquistas llamaron a un mitin de protesta por la represión policial. Ese mitin tuvo carácter pacífico y así, más tarde, lo reconoció el propio alcalde de Chicago.


Cuando estaba concluyendo el mitin, la policía cargo con violencia y entonces una bomba estalla en las filas policiales (nunca se supo quien la arrojó), se producen 8 muertos y unos 50 heridos; la policía abrió el fuego y ocurrió una masacre espantosa en la cual –aún hoy- no sé conoce la cantidad de víctimas. La ciudad fue puesta en estado de sitio con toque de queda, hubo detenciones a granel, incluso en los sepelios; los oradores del acto y otras figuras prominentes que habían reclamado por las 8 horas, fueron acusados y, sin pruebas ciertas, tal como se pudo demostrar oficialmente después, fueron condenados a la horca: Augusto Spies, Alberto Parsons, Jorge Engel, Adolfo Fischer y Luis Lingg; esté último se suicidó en la cárcel. Otros procesados sufrieron largas condenas. En 1893 se demostró que el veredicto fatal había sido dictado CUMPLIENDO ORDENES.


En el Congreso Socialista Internacional de 1889, en la sesión del 21 de julio, se fijó la fecha del 1° de mayo para conmemorar, en todos los países, las luchas de los trabajadores y, en especial, por la jornada de 8 horas y las 48 horas semanales.


La lucha por la jornada de las 8 horas no ha concluido.


En Japón es de 9 horas y 54 semanales, en Taiwan de 10 y 60 semanales, en Corea de 11 y 66 semanales...


Aquí en la Argentina, la llamada “reconversión industrial” (hoy epidemia mundial), ha llevado la jornada a no menos de 10 horas semanales y 60 semanales, en medio de una inaudita desocupación creciente, con gravisímas falencias sociales y hambre (en la otrora “país del trigo”).
Mientras los políticos –en todas partes- siguen hablando, hablando y prometiendo... los capitalistas –en todas partes. Siguen embolsando, embolsando y sonriendo...


(1) En Historia Ilustrada de los Inventos”, Bs. As., 1962, pág. 178.
(2)Ciudad al norte de Chicago; por entonces con 190.000 habitantes, con el 35% de extranjeros, 21% de ellos alemanes.
(3)Población por entonces de 1.000.000 (extranjeros 34% y 28% de estos alemanes)

José Pinyol (76)

agrega un comentario