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FRICADER - RIO NEGRO
Por Johanna y pao -
Sunday, May. 26, 2002 at 10:15 PM
johanna@data54.com
LA EXPLOTACION LABORAL DE FRICADER, EN UNA HISTORIA
“¿Por orden de quién?” fue la pregunta que repetía Alberto Carral, ex empleado de FRICADER, cada vez que el supervisor o alguna otra autoridad le negaba el acceso a la planta.
Un día, Carral descubrió unas carpetas blancas en un altillo del matadero, carpetas que contenían los expedientes de todos los empleados que estaban en negro. Escondidas ahí desde quien sabe cuando, Carral denunció este hecho ante sus compañeros, como delegado de los trabajadores, y también lo hizo ante un representante de la CGT.
En ese momento, el director del frigorífico, Piñeiro, automáticamente lo despidió y guardó toda la documentación bajo llave. Fue un viernes de octubre del ’94. A partir de entonces Carral decidió reunir testigos del despido hasta ese momento hecho de palabra, para que quedara constancia. Ese día, luego de firmar el acta donde se relataban los hechos sucedidos, el delegado siguió trabajando hasta que terminó la jornada laboral diaria.
El lunes siguiente llegó a la planta en su bicicleta, como todos los días, a las 3:30 de la madrugada. “Yo fui a trabajar como siempre, porque no me había llegado el telegrama de despido. Yo todavía era empleado.” En la entrada, el guardia no le permitió el paso. Y nuevamente la pregunta del millón: “¿por orden de quién?”. Pero esta vez le respondieron que tenían la orden del director de no dejarlo pasar. El esperó a sus compañeros de Roca, que llegaban en un colectivo, y entró con ellos, ya vestido con la vestimenta blanca. Cumplió sus horas de trabajo, y cuando se iba vio entrar un auto en el que venía Guillermo García, un empresario que fue nombrado por los dueños como Gerente General del frigorífico cuando se privatizó. García venía acompañado de un celular de la policía, e intentó llevar detenido a Carral.
Carral, que ya conocía los manejos y el autoritarismo de García, dijo que iba a aceptar que se lo lleve la policía, pero previamente se redactara un acta donde conste la fecha, hora y lugar a donde lo trasladarían, con sus compañeros de testigos. Esto hizo retroceder a García, y no lo detuvieron. Ese día, Alberto Carral, después de haber trabajado 31 años en el FRICADER, recibió un telegrama de despido.
Hoy, este ex empleado participa activamente de la toma de la planta e integra el proyecto de transformarla en Cooperativa.
“A mí me gustaría estar jubilado, tranquilo, sin tener que andar en la bicicleta para todos lados saliendo a vender, pero sigo acá porque estoy seguro que este frigorífico es una vaca lechera.”