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México se argentiniza
Por Dévorah -
Sunday, Jun. 23, 2002 at 10:25 PM
CMI México
Las contradicciones que entre los funcionarios del gobierno mexicano, el del cambio.
El titular de Hacienda y Crédito Público, Francisco Gil Díaz dijo que de no mejorar los ingresos públicos México puede enfrentar una crisis económica similar a Argentina. “Nos estamos quedando sin activos que vender, de aprobarse las reformas esto se superaría”.
Dos horas después Fox desde San Cristóbal de las Casas desmiente a su secretario de Hacienda sosteniendo que la economía mexicana no está en una circunstancia parecida a la Argentina; “en nada se parece, es totalmente distinto. Tenemos estabilidad política y gozamos de estabilidad económica, las cosas están tranquilas”.
Por la noche la Secretaria de Hacienda emite un comunicado “en México existen actualmente condiciones que evitan incurrir en situaciones como la economía argentina”.
Pero, las incoherencias se extienden a más planos, entre los integrantes del mismo gabinete (ejemplo de esto, las últimas declaraciones de Francisco Gil con versiones distintas a las de Santiago Levy, y en otro caso, a las del secretario de economía Luis Ernesto Derbez).
Los argumentos para eliminar la tasa cero a libros y publicaciones periódicas del titular de Hacienda y Crédito Público: “En cuanto a la industria editorial todos sabemos que con excepción de algunas revistas semipornográficas, que son las de mayor circulación, prácticamente no leemos en nuestro país”, fue la cerril declaración.
Además de las visibles contradicciones entre el Ejecutivo federal y su gabinete y entre el gabinete mismo, existe un punto que no se aclara del todo.
Gil empieza a tejer el juego de amenaza: la argentinización, en caso de no hacer las reformas correspondientes. Fox quien intenta la aprobación de dichas reformas, destruye el juego negando que exista situación parecida entre ambos países. Puede ser el peligro mediático, costo político, movimiento financiero (después de la declaración el dólar se cotizó en 10 pesos), o las mentiras asiduas “del cambio”, lo que impulsa al ejecutivo federal a desmentir una vez más a un integrante de su gabinete, pero; entonces lo que resulta un misterio es la estrategia gubernamental.
Más allá de la comunicación y afinidad ideológica entre funcionarios, si poseen la misma información del Estado que administran. Además de la habilidad para solucionar necesidades y capacidad para tomar decisiones tomando en cuenta a los ciudadanos.
El punto neurálgico es si existe un programa de gobierno.