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Centro Cultural LA TOMA: "Un espacio para pensar en voz alta"
Por Tamara Smerling - Thursday, Jul. 25, 2002 at 10:25 PM

Exactamente hace un año, el Supermercado Tigre cerró sus puertas y sus empleados decidieron tomar las instalaciones hasta que se resolviera un fallo favorable para sus puestos de trabajo. La quiebra fraudulenta que se decretó en la empresa los obligó a tomar medidas más contundentes que llevaron a la toma pacífica del espacio y a la proyección, meses más tarde, de un lugar alternativo donde la cultura pudiera quedarse. En ese sentido, el Centro Cultural de La Toma se erige como un ámbito emblemático, donde las actividades crecen en forma consuetudinaria.

Mientras un grupo de niños juega y corre en medio de góndolas y cajas registradoras, los adultos pintan, debaten y organizan lo que será el primer aniversario del Centro Cultural de La Toma. Otro grupo, de mujeres en su gran mayoría, entre cuidados infantiles brinda los "tickets" de la playa de estacionamiento convertida ahora en microemprendimiento. Exactamente hace un año, el Supermercado Tigre cerró sus puertas y sus empleados decidieron tomar las instalaciones hasta que se resolviera un fallo favorable para sus puestos de trabajo. La quiebra fraudulenta que se decretó en la empresa los obligó a tomar medidas más contundentes que llevaron a la toma pacífica del espacio y a la proyección, meses más tarde, de un lugar alternativo donde la cultura pudiera quedarse.
En ese sentido, el Centro Cultural de La Toma se erige como un ámbito emblemático, donde las actividades crecen en forma consuetudinaria. Así, este viernes y sábado se conmemora un año de la toma del ex supermercado Tigre (Tucumán 1349) y por este motivo, esta tarde a las 17 se realizará un acto para tiempo después arrancar una serie de actividades a modo de síntesis de aquellas actividades que se han venido desarrollando durante todo el año. De esta manera, habrá ludotecas, murga, taller de plástica, teatro, función de títeres, mesas de debate, capoeira, acrobacias, mimo y además actuará el grupo de tango Forfay. Por otro lado, se llevará adelante una muestra museográfica del ex Tigre, exposiciones de fotografía y plástica, además de la proyección de videos. Su particular modo de ver la cultura, de las actividades que llevan adelante y el balance a un año de la toma del ex supermercado.
—¿Cómo fue la génesis de este espacio?
—(Nemcovsky) La posibilidad de trabajar en este espacio surgió algunos meses después de que los compañeros tomaron las instalaciones del supermercado; y coincide con la lucha de los universitarios en contra de la ley de educación superior. Los compañeros se acercaron a una asamblea donde estábamos tratando estos temas y comenzamos a compartir esta cuestión de las luchas. Allí, ellos mismos nos propusieron hacer un centro cultural en el Tigre, como apoyo al conflicto de los trabajadores.
—(Gabiniz) A los trabajadores se les ocurrió la idea del centro cultural a partir de haber descubierto el teatro que ya ofrecía las instalaciones, y que pertenecía al antiguo Hogar Obrero. Al encontrarse con este lugar vacío, decidieron impulsar la creación de un centro cultural en conjunto con el proyecto del supermercado comunitario.
—(Nemcovsky) La idea era un poco combinar ciertas cuestiones de la lucha de principios de siglo, donde lo sindical, lo ideológico y lo cultural estuvieran imbricados. Sobre todo dentro del movimiento obrero, una lucha que tenga que ver con el acceso a los bienes culturales.
—¿Quiénes conforman este espacio?
—(Gabiniz) La primera camada viene de las coordinadoras de luchas de las distintas universidades y la suma de gente que hemos ido conociendo en el camino.
—(Gaisiner) Es muy heterogéneo. Hay gente que ha venido porque estaba militando en otros lugares, así como también personas que comenzaron su taller aquí.
—¿En qué estado está la causa en la justicia?
—(Nemcovsky) La causa está estancada aunque logramos que el Concejo Deliberante de Rosario apruebe, por unanimidad, la expropiación de las instalaciones. Ahora tenemos que esperar que la provincia resuelva lo mismo y se declare de interés parlamentario.
—(Gabiniz) Más allá de los pesos legales, son decisiones políticas. La última decisión es del consejo parlamentario.
—¿Cuáles son las principales propuestas que brinda el Centro Cultural de La Toma?
—(Nemcovsky) Las propuestas que integran este espacio tienen como eje principal la idea de construir otro tipo de cultura. No la cultura institucionalizada sino desde los trabajadores y por los trabajadores. En función de eso se armaron distintos talleres –que en total son 23– y una serie de espectáculos y obras teatrales.
—¿Por ejemplo?
—(Nemcovsky) El grupo La Comedia de Hacer Arte presentó un ciclo con obras como "Rosaura a las diez", "X" y "Me caigo y me levanto". Este es un espacio para poder pensar en voz alta y eso es lo que creo que se está logrando. La idea además es que sea un lugar accesible e inclusive la mayoría de las entradas son a la gorra.
—¿Existe algún criterio de selección?
—(Gabiniz) Nuestra idea no es convertirnos en censores de la gente que trabaja en esto sino que aceptamos la mayoría de las propuestas más allá de que uno no comparta la estética. Este es un grupo que gestiona el espacio y coordina las actividades.
—¿De qué tratan los talleres?
—(Nemcovsky) Hay talleres de plástica para niños y adultos, ludoteca para chicos discapacitados, mimo, ajedrez, periodismo, fotografía, teatro, francés, inglés, portugués, caopeira, danzas árabes y yoga.
—(Gabiniz) Además el espacio se ha transformando en un lugar de reunión para un montón de sectores como los ahorristas, asambleas barriales, trabajadores de la salud mental y municipales, Indymedia, secundarios, psicólogos autoconvocados, terciarios y El Puente, un grupo de asistencia psicológica. Es necesariamente muy amplio.
—¿Cómo estarán integrada las jornadas de este primer aniversario?
—(Nemcovsky) Comenzamos este viernes con un acto público en la calle y a las 19.30, una charla de debate. El sábado comenzamos con una radio abierta, y desde las 14 habrá talleres, ludotecas, juegos y obras de títeres para chicos. De 17 a 19 haremos una proyección de videos sobre todo el conflicto, además de algunas producciones locales como "La doble llamada de la nube negra" de Diego Fernández y Maximiliano Quintero. Habrá intervenciones teatrales a cargo de La Comedia de Hacer Arte y el grupo Polifacético, la murga Los Caídos del Puente y La Grieta, además de muestras de fotos, de pintura y la museográfica sobre el conflicto.
—¿Cómo es la relación del centro cultural con los ex trabajadores del supermercado?
—(Gabiniz) Muy buena. Hay mucho compañerismo y mucho respeto. También es un espacio de contención, afectiva y de solidaridad.
—¿Cuál es la relación con el entorno, la gente que habita el barrio?
—(Nemcovsky) A modo de anécdota: estábamos con unos compañeros limpiando el frente del supermercado, haciéndole una lavada de cara y pasaban los vecinos y preguntaban cuándo abríamos. La gente se ponía contenta porque iba a tener nuevamente lugar para hacer las compras.
—(Gaisiner) Al principio era mucho más notoria la participación de los vecinos, pero ahora se naturalizó. El horror se naturaliza y así el conflicto.
—¿Cuáles es la sensación o el sentimiento más fuerte que atraviesan en este primer aniversario?
—(Nemcovsky) Se mezclan muchas cosas: la bronca con la alegría. La alegría de haber compartido con los compañeros un crecimiento a partir de los lazos solidarios que hemos establecido. Y también está la bronca, del hasta cuándo o del para qué. Hay también un gran agradecimiento hacia todos los sectores que encontraron en este espacio un lugar de referencia para reunirse y organizarse.
—(Gabiniz) Creo que vamos a tener una alegría total el día que se concrete el proyecto del supermercado comunitario. Ha sido muy enriquecedor el proceso y sería una lástima que no se concrete con las expectativas con las que venimos trabajando.
—¿Qué representa La Toma para ustedes en un momento político como el actual?
—(Gaisiner) Es un lugar de mucho afecto, con una carga importante de reivindicación simbólica para los trabajadores que lo están ocupando hace un año, reclamando su derecho a trabajar y a vivir dignamente, desde los que estamos sosteniendo una actividad como la del centro cultural que sea solidaria, abierta y lo más horizontal posible, y desde los que vienen a consumir. Es un lugar que está muy presente en mucha gente y es importante porque hay acceso para todos.
—¿Cuáles son las perspectivas para el futuro con relación a este espacio?
—(Gabiniz) El deseo más fuerte es que salga pronto el proyecto del supermercado comunitario. Lo más pronto posible.

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