¡SALUD A LA CLÍNICA ASAMBLEARIA!
Por COLECTIVO: NUEVO PROYECTO HISTORICO - Tuesday, Sep. 17, 2002 at 9:33 AM

Las Asambleas de Flores y Floresta tomaron una clínica. Fábricas autogestionadas. Un futuro mercado central piquetero. Asambleas okupas.

COLECTIVO: NUEVO PROYECTO HISTÓRICO (NPH)
http://nuevproyhist.tripod.com.ar
nuevproyhist@hotmail.com

¡SALUD A LA CLÍNICA ASAMBLEARIA!


Las Asambleas de Flores y Floresta tomaron una clínica.
Fábricas autogestionadas.
Un futuro mercado central piquetero.
Asambleas okupas.

Una nueva sociabilidad, la potencia creadora de una alianza social puesta en acto.

La economía y la política reunificándose.

Una nueva subjetividad. Los primeros pasos de la encarnación material de la multitud.

La clase media profesional descubriendo en su caída la necesaria unidad con la clase obrera re-apropiadora.

En ciernes, un nuevo circuito que fluctuará entre las tensiones capitalistas de un mercado marginal y la autovalorización.


Y AQUÍ LOS RIESGOS:

Imaginemos por un instante este circuito de manera integrada. Una pequeña ciudadela al interior de una economía capitalista que aún es el modo dominante de producción.

Los obreros de Bruckman atendiéndose en la clínica Portuguesa de Flores. Los médicos de la clínica construyendo su casa con los cerámicos que se fabrican en Zanón. El mercado central piquetero abasteciendo de alimentos a los merenderos, ollas populares y comedores asamblearios.

En este nuevo circuito ¿Cuál va a ser el valor equivalente como mercancía de cambio?

No hay lugar en este circuito para el trueque como forma dominante de equivalencia de valor. El circuito paradojal autogestivo, opera por el momento con una lógica híbrida.

Producción autovalorativa y circulación mercantil. Formas paradojales de convivencia antagónica entre la nueva sociedad en gestación y el sistema de producción hegemónico posfordista.

La autogestión asamblearia. La política y la economía subsumidas como perspectiva global, pero conviviendo y puesta en entredicho ante cada antagonismo con la sociedad pos-fordista dominante.

La superación de la experiencia del trueque como forma económica de supervivencia, que por otro lado, en estos meses, mostró los límites de su práctica.

Los circuitos paradojales de esta sociabilidad necesitan un valor de referencia para su producción, circulación y distribución de mercaderías. Lo contrario sería una economía precapitalista (los créditos del trueque) o, la abolición del valor de cambio y el trabajo asalariado. Todavía una perspectiva en maduración, que se tornará imposible de sustentar si este circuito paradojal de producir, distribuir y consumir no se transforma en el hegemónico al interior de la civilización capitalista.

En el mientras tanto, el valor equivalente universal, el dinero, jugará sus cartas en las manos de los nuevos jugadores autogestivos. Pero que comprenden que ningún nuevo modo de civilización puede tener como perspectiva a la moneda, portadora de la violencia de la desigualdad.

Se está creando. Pero también se pondera los límites de la nueva creación. Se hace pensando y se piensa haciendo.


DOS POLOS IRRECONCILIABLES:

Una burguesía que deserta de su rol histórico de expoliadora de masas. Pero que defenderá hasta las últimas consecuencias su sistema.

Y un movimiento que se auto-constituye, autogestiona sus fuerzas y antagoniza con su praxis al capital-parlamentarismo que, a no olvidarlo, lisa y llanamente habrá que abolir para garantizar la expansión de una sociabilidad que vaya más allá de la ley del valor y el trabajo asalariado.

Un movimiento constituyente que ponderará en cada instancia su táctica electoral. Pero que no puede esperar "a la toma del poder del aparato del estado" para iniciar su proyecto.

Tomar una fábrica, una clínica es un contrapoder de hecho. Es un laboratorio de una nueva sociedad, aún conviviendo al interior de la vieja.

Los riesgos que afrontará el autonomismo radican en comprender que al poner en funcionamiento un circuito económico-político, al ampliar su composición profesional de asalariados: obreros, médicos, abogados, psicólogos, docentes y, al recoger las simpatías y aún participación de las clases medias subalternas (comerciantes, pequeños productores agrarios e industriales) afrontará una disputa entre los sectores que buscarán una economía capitalista marginal y, los asalariados, que construyen este circuito no para "salvar" a ninguna fracción social apropiadora del trabajo humano sino como un primer paso libertario a ser permanentemente ampliado en lo local, nacional, regional y universal.

Caso contrario, no habrá liberación social y, el empleo asalariado, continuará siendo la condena social para los trabajadores y el talón de Aquiles que colapsará toda experiencia que intente superar al capitalismo.

Porque la que está muerta es la sociedad salarial de masas. La hiper-desocupación así lo atestigua. Pero mientras exista el capitalismo no se podrá abolir la esclavitud salarial. La hiper-expoliación de la mayoría de los que aún siguen siendo asalariados así lo demuestra.

Por el momento, a seguir construyendo lazos paradojales. Ni capitalistas pos-fordistas, ni socialistas. Pero comprendiendo compañeros, que renunciar a una perspectiva que vaya más allá del trabajo y el salario, es condenar estratégicamente al movimiento anticapitalista.

Salud y libertad.
NPH.-

Los invitamos a nuestra página http://nuevproyhist.tripod.com.ar

agrega un comentario