Violenta represion a Desocupados de Neuquen -informe desde el Parque Industrial
Por sebastian ((i)) indymedia en neuquén - Wednesday, Oct. 30, 2002 at 6:26 AM

Hay mas de 20 heridos, uno de los cuales perdió un ojo- La policía utilizó gases lacrimógenos y atacó casa por casa en uno de los barrio mas humildes de Neuquén, donde se reclamaban 64 planes de empleo caidos.

El Barrio Parque Industrial de Neuquén (PIN) tiene 6000 habitantes. Fue proyectado para ser un barrio obrero, dormitorio de los trabajadores que, según antiguos cálculos, inundarían el cordón industrial de Neuquén. Aislado del resto de la ciudad por las bardas, "el parque" esta hecho de monoblocks de casas iguales, hoy dañadas por el tiempo y la pobreza. La industrialización nunca prosperó, y la única fábrica de la zona que logró mantener puestos de trabajo es Cerámica Zanon, por el simple hecho de estar tomada por sus trabajadores.


EL CORTE

Hace dos dias, el PIN protagonizó un nuevo corte de ruta. Unos 64 trabajadores del barrio perdieron su plan de empleo, y otros 150 son jefes de hogar sin ningún sustento y exigen que se les de un subsidio.
Con esos reclamos, y sin ningún tipo de organización clara, los jóvenes del barrio se taparon la cara y cortaron en forma total el tránsito. Al principio solo dejaron pasar a los colectivos y las ambulancias, y por la tarde, mientras se acercaba la amenaza de represión, el corte se volvió estricto y apenas los trabajadores ceramistas y las ambulancias eran los únicos que podían pasar.

Al acercarnos daba la impresión de un corte al "viejo" estilo Cutral-Co. Mujeres con mas dolor en los ojos que palabras nos explicaban la situación; jóvenes con la cara tapada y gomeras en las manos vigilaban el horizonte para adelantarse al comienzo de la represión y, por último, cientos de ojos miraban desde las casas iguales, esperando cualquier cosa que pudiera suceder. A la entrada del piquete, viniendo desde Neuquén, una bandera que decía "desocupados del barrio Parque Industrial" y una carpa improvisada eran los únicos distintivos de la protesta.


LA RESPUESTA
Con la cara tapada, con anteojos negros para el viento, un jóven de no más de 20 años nos explica qué "ahora se van a venir las fiestas, y nosotros no tenemos ni para comer. Lo que estamos pidiendo no es mucho; 64 que ya tenían su plan y que ahora no cobrar y 150 mas que están desocupados y no tienen nada. Un gobierno que recibe tanta plata en regalias, que se va a pasear a Nueva York, nos puede dar eso y mucho mas si quieren".

Neuquén atraviesa una situación financiera buena; la dolarización y el aumento del precio del barril de petroleo pusieron en verde las finanzas y es una de las pocas privincias del país con superavit fiscal.

Sin embargo la ayuda social, la generación de trabajo genuino y las posibilidades de prograsar están vedadas para la mayoría de la población, y las tomas de tierra, la desocupación y el hambre se multiplica al mismo ritmo que en el resto del país.

Los desocupados del PIN pedían que "algún funcionario se acerque a dar una solución". Golpearon todas las puertas, sin mas respuesta que la indiferencia; el ministro de Desarrollo Social, Jorge Lara, les ofreció una audiencia para dentro de dos meses. Uno de los piqueteros reflexionaba hoy que eso sería mas o menos para la navidad "y en ese momento, ya vamos a estar muertos de hambre".

Ese funcionario es uno de los principales implicados en un escándalo que ya hizo caer al intendente de la ciudad de Centenario y que ahora parece ir por más. Según se supo en los últimos días, el monto del manejo fraudulento de la ayuda social asciende a 600.000 pesos, gastados en una prolija maraña que va desde el ministro, pasando por empresas fantasmas hasta llegar a punteros barriales, uno de los cuales confesó cobrar 2000 pesos por mes para manejar subsidios y movilizar gente a los actos oficiales y las campañas del MPN.

Acostumbrados a manejarse con total impunidad, sumergidos por un lado en el escándalo de la corrupción y por el otro en la dura realidad de la caida de 2500 de los planes "jefes y jefas de hogar", el gobierno amagó con dar una respuesta: la brutal represión.


LA REPRESION
La orden de desalojo se conocía desde la tarde del Lunes. La policía dio un ultimatum; si a las 20 horas no despejaban la ruta, ellos mismos los iban a sacar.

Como no tenían respuesta, los desocupados no se movieron, y cuando caía el sol, el nuevo cuerpo de elite de la policía, usando gases vomitivos y balas de goma, enfrentó al puñado de jóvenes que estaba dispuesto a aguantar toda la noche para continuar el corte al día siguiente.

Según todos los testigos, la ruta quedó despejada en pocos minutos, pero la policía decidió que no era suficiente y comenzó una represión casa por casa que se extendió hasta la medianoche. Entre los heridos, que son oficialmente 20 -se suponen que podían ser muchos más- hay mujeres embarazadas, un nene que perdió un ojo por una bala y un bebé que sufrió convulsiones por el gas vomitivo mientras dormía en su habitación.

El enfrentamiento en el barrio fue una guerra intima, que empezó con piedras contra balas y gases y terminó con madres de familia tirando agua caliente desde los balcones. La desesperación, el contante detonar de las escopetas, las ambulancias que no daban a basto; la escena era digna de un infierno de dantesco rodeado de oscuridad.

Los gases y las detonaciones de las escopetas se sentían desde barrios distantes, y sobre la ruta -donde queríamos apostarnos varios fotografos- la policía atacaba a piedrazos como para no dejar testimonio de su accionar.

La noche ya era negra, y el reloj marcaba las 12 de la noche cuando la solidaridad se hizo sentir; dirigente de DD.HH., sindicatos, estudiantes y trabajadores marcharon desde el centro de la ciudad, haciendo una caravana para frenar la represión.

La noche fue un interregno de la angustia, apenas un respiro para un barrio que amaneció convulsionado y dolorido.

VOLVER A LA RUTA

En la mañana de hoy, los desocupados volvieron a la ruta. Llenos de odio, carentes de toda respuesta, apoyados por la indignación de cada vecino, el corte se mantuvo como un bloqueo total, y el mismo escenario de gomas quemadas, reclamos justos y firmeza para defenderse se volvió a instalar.

Alrededor del mediodía, desde Cerámica Zanon marcharon unos 200 ceramistas. Aclamados por los pobladores, los trabajadores llegaron luego de recorrer marchando los dos kilometros que los separan del barrio.

Cabe destacar que el PIN es uno de los barrios donde los carneros reclutaron jóvenes para atacar la fábrica semanas atrás. El encuentro, entonces, tenía un doble significado; por un lado estrechar lazos de solidaridad, y por el otro, demostrar definitivamente con quienes se deben aliar los mas necesitados.

"De aca no va a salir nunca mas nadie para joder a los ceramistas y cuando nos necesiten nosotros vamos a estar", sentenció un joven que -suponemos- había cobrado los 20 pesos por abultar la columna de los carneros.

Al escribir estas lineas, por la tarde, el corte se mentenía y a pesar del escándalo desatado anoche por la violentísima represión, no se descartan nuevos ataques represivos. El barrio, ahora, espera con bronca y resignación la nueva embestida y promete que esta vez no va a ser igual.

"Se pensaron que porque estamos aislados de la ciudad no ibamos a tener aguante, y por eso reprimirieron como quisieron, pero igual seguimos acá , y si nos vienen a sacar, van a ver la que se arma", explicaba una señora de ojos grandes que recibe a los pocos coches que quieren pasar por el corte.

Represión e indiferencia son las dos variantes de la politica del gobierno neuquino; hambre y nada que perder parece ser la consigna que unió a los desocupados del Parque Industrial.

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