Si entregan el gas a Chile: ¡insurrección popular!- de Raúl González Almanza
Por Leo - Thursday, Jan. 16, 2003 at 2:53 AM

Artículo extraido de http://www.eldiario.net/noticias/nt030115/1_00opn.html

Opinión (15 de enero de 2003)
Si entregan el gas a Chile: ¡insurrección popular!
Raúl González Almanza

Parte II
Simulación

El plan de captura del gas boliviano fue camuflado con la simulación de que se trataba de un negocio cualquiera sin ninguna otra connotación ni intenciones escondidas, y más aún: un servicio solicitado por Bolivia y generosamente concedido por Chile. El presidente de ese país, señor Ricardo Lagos, decía en una declaración a su paso por España: “Nos parecería interesante e importante que el Proyecto Pacific LNG utilice un puerto chileno, pero es un tema cuya discusión corresponde a Bolivia y sus autoridades y a Chile le corresponde dar las facilidades si Bolivia y los entes participantes en este negocio entienden que le es más ventajoso salir por Chile” (¡qué delicadeza!).

Y como buscando dar apariencia de verdad a esa simulación un candidato a la presidencia de Bolivia se constituyó en Santiago. Tuvo un encuentro con el presidente Lagos expresándole en tono suplicatorio que “el tema del gas hay que verlo como un negocio que no implica necesariamente una solución al enclaustramiento de Bolivia”

Toda esa “payasáaa”, como dirían los propios chilenos, marchaba sin inconvenientes hasta que las elecciones del 30 de junio le dieron un vuelco espectacular con sus resultados inesperados: fracaso rotundo de uno de los candidatos cipayos y victoria pírrica de otro; pero lo que nadie esperaba fue la irrupción triunfante del candidato vetado por la Embajada, Evo Morales, que reingresó al Parlamento (de donde fuera expulsado), esta vez acompañado de un buen número de diputados y senadores electos. Al perfilarse la perspectiva casi segura del ascenso al poder de ese líder popular, cundió el pánico tanto en Chile como en Bolivia. La Moneda, las transnacionales y la Embajada extremaron recursos para evitar la “catástrofe”. Y así se impuso una componenda política desesperada gracias a la cual se cerró el paso a Morales.

Propaganda y amenazas

Chile no presentó a Bolivia alguna propuesta que se pudiera considerar base de negociaciones. Se limitó a indicar Mejillones como el puerto más apropiado para la exportación del gas. Las transnacionales, más propiamente la Pacific LNG, hizo de esa indicación una exigencia imperativa, acompañada de amenazas en caso de que no se la ejecutara prontamente. La Moneda por su parte desplegó una campaña propagandística intensa describiendo sus puertos de Mejillones e Iquique como los mejores del mundo y a su país como ideal para las inversiones por las garantías incomparables que brinda a los inversionistas.

El costo de la construcción del gasoducto entre Campo Margarita (productor) y Mejillones o Iquique sería bajo, debido a la poca distancia entre ambos puntos. Describieron a Ilo como un punto sumamente alejado. Tender el gasoducto hacia ese puerto quedaba descartado de hecho; pues ocasionaría gastos casi estratosféricos. Al Perú presentaron como un país ubicado en el estadio inferior del Estado Salvaje, en contraste con la supercivilización chilena. Acusaron al presidente Jorge Quiroga de haber “alimentado la posibilidad de un negocio con Perú a sabiendas que era una opción totalmente descartada por razones de costo y de riesgo país”.

En un intento fallido por dar a esa propaganda apariencia de seriedad, pidieron a la firma Bechtel un estudio de costos. No se sabe cómo ni por qué Bechtel accedió y entregó un “estudio” conteniendo las conclusiones deseadas por los interesados. ¿Soborno o simple complacencia? ¡Misterio! Amparándose en ese pseudoestudio atronaron el ambiente con una propaganda aún más estrepitosa, dando la elección de Mejillones o Iquique por un “hecho”

Rompiendo las sombras

Fue entonces cuando emergiendo de todos los rincones del país, aparecieron los patriotas bolivianos de las más diversas condiciones y profesiones: ingenieros, técnicos petroleros, profesores, universitarios, economistas, abogados, topógrafos, geógrafos, estudiosos de la Geopolítica, dirigentes de organizaciones gremiales, responsables de una infinidad de comités cívicos, militares en retiro, ex combatientes de la guerra del petróleo (Chaco), etc. Todos ellos se enfrentaron resueltamente al dolo, la mentira, la desinformación. Todos voluntarios sin respaldo oficial ni extraoficial.

Los poquísimos medios de comunicación patriotas, no más de tres: EL DIARIO de La Paz, “Opinión” de Cochabamba y el Canal 2 de Televisión de la misma ciudad, se llenaron de trabajos escritos, artículos, enfoques e intervenciones televisadas. Todo bien fundamentado con despliegue de conocimientos profesionales, técnicos y científicos. Una verdadera cruzada ideológica nacional.

Uno de los argumentos que los chilenos esgrimieron y seguramente seguirán esgrimiendo, fue el factor distancia (615 km. entre Campo Margarita y Mejillones y 907 km entre aquel punto e Ilo (Perú), con una diferencia de 760 millones de dólares, en el costo del gasoducto a construir, en contra de Ilo. Se demostró que esas cifras habían sido infladas “mañosamente” para favorecer a Chile; pero quienes demolieron definitivamente esas y otras argucias fueron los ingenieros y técnicos bolivianos, demostrando que el costo de una obra no es necesariamente proporcional a su longitud y que ese costo en el caso de la construcción del gasoducto proyectado, al igual que el de un camino depende de la topografía del lugar, no siendo lo mismo construir una ruta de 100 km. en los Yungas de La Paz que en las llanuras del Altiplano.

El Instituto Geográfico Militar demostró igualmente que un ducto sería más viable a Ilo que a Mejillones, dando el ejemplo del costo del gasoducto al Brasil por un terreno llano que había sido de 0.7 MM$/Km. mientras que el costo por regiones accidentadas ascendió a 1.2 MM$/Km., de donde resultaba que el costo del ducto Campo Margarita (Tarija) - Mejillones, al tener que atravesar dos cordilleras (Oriental y Occidental) será más elevado que si se tendiera por los terrenos llanos del Altiplano hacia Ilo.

En el aspecto histórico, se mostró también los riesgos que conlleva el entablar cualquier relación comercial o de negocios con Chile.

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