El muro de parque Rivadavia
Por Abel - Sunday, Jan. 19, 2003 at 10:26 AM
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El parque Rivadavia ha sido tapiado por el poder encarnado por el ex progre Ibarra. El barrio cortado en dos con todo el poder represivo presente.

VERDADES Y MENTIRAS SOBRE NUESTRO PARQUE RIVADAVIA



En la madrugada del 16 de enero empezó el cerco a nuestro Parque Rivadavia y al mediodía ya estaba casi todo tapiado en una notable demostración de eficacia, productividad y coordinación entre la Jefatura del Gobierno de la Ciudad y la Policía Federal. Ambos poderes del Estado se esforzaron con rapidez en acudir a las labores de embellecimiento de nuestro espacio verde, una aspiración vecinal largamente postergada. Muy atentos, respondieron a tanto reclamo ciudadano, de libreros y kioskeros concientes y la también muy solicita campaña del multimedio Noble (Clarín, Canal 13, TN), que en notable primicia, anunció el cerco de tapia antes que se iniciase la obra. Así en 90 días, nos dejarán el Parque como nuevo y hasta con un anfiteatro.

Y, lo más importante, nos erradicaron ese rostro impresentable de la miseria que significaba la presencia de unos 1.000 vendedores ambulantes - ex maestros, ex empleados, ex profesionales, ex obreros, ex comerciantes, ex... ex... - que no tuvieron mejor ocurrencia que asentarse en estas tierras de Lezica para llevarse una millonada de pesos, que desprevenidos vecinos les dejaban a cambio de cacerolas usadas, antigüedades diversas, telefónos y herramientas fuera de uso, revistas y discos pasados de moda, ropa vieja pero usable, masos de naipes, juegos de ajedrez y dominó, libros de olvidadas bibliotecas, tortas y pastelitos, zapatos artesanales, repuestos de inodoros, zahumerios y todo objeto que conteniendo trabajo humano realizado para producirlo, es factible de convertirse en maravillosa mercancía.

Y para demostrar su preocupación, las autoridades les ofrecieron a los desalojados un papelito para que se anoten como candidatos a ocupar un espacio de venta en los concurridos galpones de Retiro. Hasta tuvieron el esmero de encontrar a un señor más o menos joven, alto y algo gordito que posando de improvisado vocero de los desalojados, les ahorraba a las autoridades el trabajo de hacer esa oferta bajo los 35 grados de calor, quizás suponiendo que él obtendrá alguna ventajita.

CINISMO Y VIOLENCIA

* Si todo esto no fuera una tragedia más, apenas sería una comedia. El cinismo y la violencia siguen de la mano. Cinismo de autoridades que durante años vienen ejecutando políticas de destrucción de fuentes de trabajo, condenando a miles y millones al desempleo y ahora acusan a todos de ser parte de las mafias de mercaderes que ellos mismos cobijaron. Cinismo de presentarse como “protectores del espacio público” después de haber privatizado - es decir, de habernos privado - desde la vista al río hasta la comida de los hospitales. Cinismo de acudir en “defensa del espacio verde” después de años de dejarlo abandonado. Cinismo y violencia de predisponer a unos ciudadanos contra otros, acusando a unos y sobándole el lomo a otros. Violencia usando el “divide y reinarás”.Violencia usando empleados públicos uniformados y armados para desalojar a vendedores ambulantes.

CONFUSIÓN

* Confusión, es el signo del momento. Confusión entre los desesperados que salen a los parques y plazas a obtener su sustento. Confusión de estos conciudadanos que despojados por el Poder político, siguen desamparados y desorganizados. Confusión que les ha impedido hasta ahora sumarse a las asambleas vecinales o a crear la propia porque “hacen política”. Confusión por no asumir que el Poder político (y el económico que está detrás) es quien los condenó a intentar la subsistencia en los canteros del parque. Confusión por suponer que los vecinos que le pidieron a las autoridades que los desalojen somos todos los vecinos.

ASAMBLEÍSTAS Y SOLIDARIOS

* Los asambleístas nos juntamos en el Parque hace mucho tiempo. Somos vecinos que durante muchos años paseábamos o corríamos por sus senderos, mirábamos libros y revistas y a veces comprábamos, jugábamos al ajedrez o a los naipes, cambiábamos estampillas. Y veíamos cómo se deterioraba nuestro espacio verde al mismo tiempo que la ciudad, la sociedad y el país. Casi no nos mirábamos la cara ni nos hablábamos. La noche del miércoles 19 de diciembre de 2001 nos encontramos sin llamarnos en Acoyte y Rivadavia y pocos días después nos juntamos en el Parque. Desde aquel momento somos Asamblea. Nos dimos cuenta que el Poder político y quienes los sostienen son los responsables del deterioro del Parque. Y por sobre todo, de la falta de trabajo y de futuro, de la estafa y del saqueo. Y nos juntamos, hicimos festivales, promovimos la cultura en el Parque, charlas en las escuelas, reclamos a las empresas de servicios, gestionamos comida para hogares sin sustento, marchamos, editamos un boletín. Y charlamos entre nosotros. Deliberamos. Es decir, empezamos a hacer política. Y aquí estamos.

Luchamos por cambiar, lo pequeñito y lo grande. Por eso, nunca se nos ocurrió ni se nos ocurrirá desalojar a quien trabaja o hace algo lícito para obtener su sustento. Muchos de nosotros no tenemos empleo y nos la rebuscamos. Por eso somos solidarios con quienes se la rebuscan igual que nosotros y repudiamos a los cínicos y violentos que los agreden. Y queremos un Parque lindo y lo cuidamos. Tanto lo cuidamos que lo hemos recuperado para que el pueblo - que somos los vecinos - delibere y ese espacio público recuperado sea una nueva escuela popular, donde los ciudadanos nos preparemos para gobernar el día después de que se vayan todos: los cínicos, los violentos, los corruptos, los explotadores

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