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Estados Unidos aprovechan del ataque en Irak para atacar de nuevo en Afghanistan
Por (((i))) -
Thursday, Mar. 20, 2003 at 8:24 PM
Un cable de agencia de noticias que se pierde en el flujo de noticias
Unos 1.000 soldados estadounidenses respaldados por helicópteros artillados lanzaron hoy un operativo en el sur de Afganistán para expulsar a terroristas de Al-Qaeda y sus secuaces, informó la fuerza armada norteamericana.
La Operación ``Ataque Valiente'' (``Valiant Strike'') comenzó la madrugada con una incursión aérea y un asalto con tropas de infantería en la región de Kandahar.
Las fuerzas estadounidenses peinaron el escarpado terreno de la cordillera y las aldeas de los valles, informó el coronel Roger King.
Los ataques fueron lanzados minutos después que la fuerzas estadounidenses comenzaron su ofensiva en Irak, pero King dijo que eso fue sólo coincidencia.
``Las operaciones en Afganistán se realizan con una total independencia de cualquier operación en otros sectores'', dijo King a los periodistas. ``Hemos realizado una serie de operaciones de magnitud. Se trata de una más en una serie continuada''.
Grupos antiestadounidenses han amenazado con intensificar sus ataques contra la coalición multinacional en Afganistán si estallara una guerra con Irak, según dijo King. Muchos soldados han acrecentado la vigilancia ante posibles nuevos ataques de al-Qaida o del derrocado régimen talibán.
``Hay una mayor conciencia de parte de todos los soldados sobre posible actividad por parte del enemigo en base al inicio de las hostilidades en el teatro de Irak'', dijo King.
El ataque del jueves se concentró en el distrito de Maruf, en la provincia de Kandahar donde el líder supremo talibán Mulá Mohammed Omar, ahora fugitivo, goza de vínculos con varias tribus, según Jalid Pashtun, vocero del gobierno provincial de Kandahar. Las fuerzas estadounidenses y sus aliados afganos tenían la atención puesta en tres aldeas de la región montañosa.
King dijo que las incursiones se concentrarán en las áreas al este de Kandahar. La provincia era la sede espiritual de los talibanes, que estaban aliados a la organización Al-Qaeda, sospechosa de haber realizado los ataques terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Es uno de los mayores ataques en Afganistán desde la Operación Anaconda lanzada hace más de un año, agregó King.