ASADO CON SANGRE
Por reenvío - Tuesday, Sep. 09, 2003 at 12:18 PM

MUY GRAVE - MUY URGENTE

Cinco de septiembre de 2003. La localidad chubutense de El Hoyo festeja su aniversario. El gobernador Lizurume y demás autoridades encabezan en el gimnasio municipal un asado para cerca de dos mil personas. No faltan el pan, la ensalada, el vino, la torta de cumpleaños, los aplausos y las palabras prelectorales.

En el mismo momento, a doscientos metros de la fiesta, tirado en el piso de un galpón del Hospital Rural, el cadáver de Gumersindo VERGARA espera ser vestido por sus familiares.

LOS MALDITOS LIZURUMES.

La historia de la familia VERGARA vs. la policía de Lizurume no es nueva.
Ya el año pasado, los hijos de Don Rudecindo (Rosendo -20- Gustavo -18-), fueron apaleados por agentes de la policía de Lizurume.

Rosendo sufrió rotura de cráneo y fue atendido en el Hospital Rural de El Hoyo. Gustavo padeció severas lesiones en un ojo y fue atendido en el Hospital Rural de Epuyén.

Doña Margarita MARDONES no sabe leer, pero sabe defender a sus hijos, por eso hizo la denuncia junto con el Papá Don Rudecindo VERGARA.

La justicia comenzó a investigar los hechos. En la última semana de agosto Rosendo y Gustavo debían ir a Esquel para declarar, pero nunca se enteraron porque las notificaciones que debía diligenciar la policía no llegaron a tiempo.


LA CULPA NO ES DEL CHANCHO

La última vez que Margarita vio a Don Rudecindo fue a las 11:00 horas del día cuatro de septiembre. Según dice la polícía, Don Rudecindo VERGARA, padre de ocho hijos (el mayor de 20 años y el menor de siete meses) fue sorprendido alrededor de las 23:00 horas con un chancho robado, por lo que habría sido detenido y trasladado a la Comisaría de El Hoyo.

También según la información policial, Don Rudecindo se habría suicidado en su celda, ahorcándose con una goma que sirve de elástico de colchón. La policía explica que las marcas y moretones en rostro, pecho e ingles del cadáver se deben al golpe recibido al cortarse la goma con la que Don Rudecindo se habría ahorcado en el calabozo.

La autopsia fue hecha por el forense de la policía que en la mañana del día cinco, junto con el fiscal de la causa, se apersonó en la Comisaría de El Hoyo.

Doña Margarita recién se enteró de todo lo sucedido, cuando a las 14:00 se presentó en la Comisaría para preguntar por su esposo, ya que desconocía el paradero del mismo desde el día anterior. Nadie le había avisado de la detención, nadie había avisado del fallecimiento. Mientras tanto, el jefe máximo de la policía provincial, el gobernador Lizurume, entre sonrisas y aplausos, comía asado en el Gimnasio Municipal.

ACCIONES.

Son casi inexistentes los medios de prensa nacionales e internacionales que cubren los acontecimientos en esta perdida localidad cordillerana de la Patagonia.

Es por ello que solicitamos envíen cartas a los medios, a las autoridades nacionales y provinciales, y a los organismos de defensa de los derechos humanos, exigiendo:

1) El inmediato esclarecimiento de la muerte de Don Gumersindo VERGARA.

2) La inmediata remoción de la cúpula de la Comisaría de El Hoyo.

3) El inmediato esclarecimiento de los apremios padecidos el año pasado por los hijos de Don Gumersindo VERGARA.

4) La protección de las vidas e integridad física de la familia VERGARA y de su abogado, el Dr. Cristian HENDRICKSE.

5) La legislatura de la Provincia del Chubut y la Cámara de Diputados de la Nación, curse un URGENTE pedido de informes al Gobernador Lizurume respecto de los hechos denunciados.

Atte.,

Dr. Cristian HENDRICKSE
abogado de la Flia. Vergara
Tel. 02944-15-637657

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