Santiago del Estero, un laboratorio social
Por Julio Carreras (h) - Sunday, Jun. 06, 2004 at 2:10 PM
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Informe Especial Los empresarios sojeros no dan tregua a los campesinos. Pero la intervención ha tomado medidas eficaces para frenar el avance de los desmontes. Pese a ello, se ve jaqueada por violentas movilizaciones, a las que se cree estimuladas por el juarismo y financiadas por Ick.

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[Indymedia Santiago del Estero - 06/06/04] El hecho más relevante de esta semana lo protagonizó el Arq. Alberto Barbutto, al publicar una decisión del Estado que enfrenta el problema de los desmontes de un modo eficaz. Barbutto, subsecretario de Recursos Naturales, Forestación, Tierras y Asuntos Campesinos, anunció la plantación de un millón de árboles entre octubre de 2004 y marzo de 2005. Y algo de suma importancia: el estado provincial remunerará a los campesinos que viven en los bosques, para que se ocupen del cuidado y conservación de las especies naturales.
Dijo que se habían destinado ya 14.000.000 de pesos exclusivamente para forestación. Señaló además que "para la intervención federal, el cuidado del medio ambiente es la justicia social para las actuales y las próximas generaciones".
Cabe destacar que lo anunciado públicamente este jueves, es parte de una conversación que el interventor Federal Pablo J. Lanusse mantuviera con representantes del Grupo de Reflexión Rural y Greenpeace hace quince días. En dicha reunión -que duró una hora- estuvieron presentes también el Arq. Barbutto -quien demostró un conocimiento acabado del tema-, el Jefe de Gabinete, Lic. Pablo Fontdevilla, el ministro de Economía, Lic. Miguel Pesce y el secretario de Derechos Humanos, Lic. Fernando Rinaldi. Esta sola actitud de mantener públicamente lo que se conversa en privado manifiesta un cambio esencial en las políticas de estado de nuestra provincia.
Hasta ahora la intervención federal ha avanzado también de un modo eficaz sobre el poder económico dominante en la provincia, detentado por el Grupo Ick. Como se recordará, este grupo económico, al amparo de Carlos y Nina Juárez, había logrado controlar los recursos financieros del estado. Debido a que esta provincia carece de industrias, tal dominio irrestricto del dinero público, por una sola empresa, había provocado situaciones de asfixia casi en todos los sectores sociales. Así, prácticamente había llevado a la ruina al comercio local, pues las empresas de Ick descontaban directamente de los sueldos las cuotas de sus "prestaciones". Tales "prestaciones", como el seguro de vida de Hamburgo, la Tarjeta Sol, una tarjeta "de salud" y otros rubros, eran obligatorios o impuestos como condición para obtener un empleo en la administración pública (también municipal) o mantenerlo.
De tal manera, tanto los empleados públicos -unos 150.000 - como los municipales -otros 100.000 contando las municipalidades del interior- se encontraban que a fin de mes cobraban 20 o 30 pesos. Los afortunados, pues los de menos categoría, como los jubilados, solían recibir en muchos casos sólo la boleta donde se les informaban los descuentos sobre sus sueldos. Hemos visto con frecuencia a jubilados llorando frente al BSE (Banco de Santiago del Estero, de Ick) al recibir dicho papel señalando que no les quedaba un centavo de sus magros salarios, luego de haber deducido las "deudas" que tenían con Ick. Luego de hacer largas e inhumanas colas para cobrar, debían volver a sus casas con el sabor amargo de no saber si podrían conseguir un préstamo para que la empresa electricidad (EDESE, también de Ick) no les cortara la corriente eléctrica a sus humildes viviendas por falta de pago. ¿Y qué hacían estos pobres desvalijados para pagar sus otras deudas? (Agua, Gas, etcétera.) El BSE ofrecía un préstamo, de "ocho sueldos" a quienes todavía conservaban una pequeña suma para sostener una cuota más. De esta manera, el empleado público cerraba el círculo demoníaco de la esclavitud por varios años, poniendo a disposición de este aparato económico despiadado el fruto de su trabajo. Pues bien, la intervención federal ha quitado algunas de estas prebendas al grupo Ick (como el seguro obligatorio, que pasa al Banco de la Nación, quitando un 40 % a los descuentos que se hacían sobre los sueldos, o la gabela que BSE cobraba para administrar el dinero del estado). También ha avanzado en la investigación y enjuiciamiento por el manejo evidentemente ilegal de unos U$S 200.000.000 (doscientos millones de dólares) por parte de Carlos Juárez, cuatro o cinco funcionarios públicos y el grupo Ick. Este desfalco fue valientemente denunciado por un solo político, el diputado provincial por el ARI Juan Manuel Beltramino, y únicamente fue publicado por Indymedia Santiago del Estero. Los otros medios de comunicación -salvo Cable Express, que le dedicó una nota de 2 minutos- miraban para otro lado, pese a que el diputado Beltramino había repartido su denuncia a todos, incluyendo fotocopias de las pruebas en que se sostenía.


La guerra de Juárez

Dos días antes de que el interventor Lanusse pisara la provincia numerosos funcionarios -incluyendo el vicegobernador, Botta, el presidente de la Legislatura, Ing. Salido- cobraron por anticipado unos suculentos "plus" que se habían otorgado mutuamente en secreto por encima de sus ya suculentos sueldos. También en todas las unidades básicas de la Rama Femenina y la Juventud Juarista se organizaron dos operaciones de pinza que se efectuaron con precisión militar (lo mismo que la brutal invasión, incendio y casi asesinato a la casa del menemista Pepe Figueroa). Estas dos operaciones fueron el saqueo de los depósitos de Bienestar Social en toda la provincia, y la usurpación de viviendas que se habían construido en gran cantidad para ser entregadas en épocas electorales. Encabezadas por diputadas juaristas y operadores políticos, hordas de pobres lúmpenes villeros arreados en colectivos arrasaron con miles de bolsones de alimentos -y sus dirigentes llevaron a sus casas ventiladores, lavarropas, mesas y sillas, etcétera, en gran cantidad. El ex Jefe de Gabinete juarista, Pena, cuando tuvo que declarar ante el juez Federal dijo que Gustavo Ick -gerente de Canal 7 y del BSE, hijo de Néstor Ick- era quien repartía dinero a los cabecillas, para transporte, choripanes, vino, etcétera, cada vez que se organizaban estos ataques o movilizaciones salvajes.
La segunda de estas operaciones aún tiene en jaque a la intervención. Cientos de ocupantes ilegales de viviendas han generado un bolsón de resistencia agresiva a la intervención. Esta agresividad incluye cortes de ruta, quema de neumáticos durante todo el día y todos los días frente a la casa de gobierno, marchas con características muy semejantes a las que eventualmente organizaban la Rama Femenina o la juventud juarista, sólo que ahora con otros símbolos. Mientras durante el gobierno juarista estos grupos exhibían grandes -y caros- corazones con la leyenda "Nina", ahora exhiben costosos cartelones o inmensas banderas prometiendo "lucha sin cuartel". Numerosos testigos han dicho haber visto al aún joven abogado Víctor Nazar -asesor legislativo del juarismo-, organizando las marchas y repartiendo dinero (lo cual explicaría la cantidad de bombas de estruendo, los inmensos cartelones, los colectivos en que se trasladan estos supuestamente pobrísimos ocupantes de viviendas). La presencia de Castells -cuya excelente relación con Seineldín pocos ignoran- agregó un matiz inquietante a esta protesta, incitada y financiada por el poder económico juarista que no lejos de retirarse, presenta feroz batalla.

Algunos se atrevieron a resistir al juarismo

Nadie puede negar que el desencadenamiento de la intervención federal tuvo su origen en las movilizaciones populares iniciadas hace un año por familiares de las víctimas del doble crimen de La Dársena. Al grupo incial se sumó pronto una franja de militantes populares constituida por la Asociación de Familiares de Presos Políticos y Desaparecidos y el Foro de Instituciones Intermedias. Ambos por diferentes carriles habían venido luchando desde hacen varios años contra el injusto sistema de relaciones sociales imperante en Santiago. A partir del 2001, se habían incrementado estas luchas, cuyo pico se logró con un cacerolazo impulsado por el Foro de Instituciones Intermedias, que en enero de 2002 logró juntar 2.000 personas en Plaza Libertad. Enseguida el globo de la participación fue desinflado con presiones, amenazas, "sugerencias" desde el gobierno juarista, el brutal aparato represivo conducido por Musa Azar y D´Amico, junto al ominoso aparato económico comandado por Néstor Ick. El vergonzoso "Poder Judicial" manejado por el juarismo se hizo eco rápidamente de un juicio iniciado por Néstor Ick contra dirigentes del Foro de Instituciones Intermedias. Vale la pena consignar los nombres de quienes continúan enjuiciados por Néstor Ick, a causa de las movilizaciones impulsadas: Marta Elena Epstein, Rosa Conca de Agüero, Emilio Schnyder, Antonio Coronel, Julia del Carmen Cortés, Nora Loto, Roque Pérez, Graciela Gerez, Hugo Campos, Mirta Murad de Camus, Enrique Smith, Marcelo Moggio, Nazareno Sgoifo, Manuel Argañaráz, Marcelo Rolando Agüero, Santiago Teodoro Pérez, Eduardo Enrique Peláez, Héctor Hugo Ávila, Ángel Enrique Sayago, Julio Carreras (h), Elena Yoles de Davidson.
La confianza en jueces dóciles a su poder y la creencia de que el juarismo sería eterno, llevó a Ick a una estrategia de disuasión sobre los atacados, buscando obligarlos a desdecirse públicamente de sus valientes actitudes, por las cuales se habían constituido en la UNICA OPOSICIÓN REAL al poder, ya que los partidos con representación estatal practicaban por entonces una humillante política de coqueteos, abierta connivencia con el juarismo reinante o con Néstor Ick. O eventualmente tibios reclamos, ahogados por la agobiante parafernalia mediática montada por el gobierno, que dominaba totalmente el escenario informativo -con la complicidad de los empresarios y los periodistas locales-. En diciembre de 2003 Ick decidió terminar con la semilla de rebelión, e intentó actuar como el glifosato en los sembrados de soja (transgénica). En una sesión humillante -para los jueces, quienes se presentaron como corderitos leales al poder omnímodo de Néstor Ick y sus abogadas, intentaron escarmentar a los mencionados. Se toparon con personas firmes y dignas, que desbarataron con argumentación lúcida y clara convicción sus maniobras ilegítimas. Tuvieron que postergar el trámite, hasta enero de 2004... y ya fue tarde: vinieron los crímenes, las marchas y todo lo que ya se sabe.

Los desplazados por Ick

Otros grupos de poder económico, construidos también sobre la desdicha de los santiagueños, fueron desplazados como se sabe a partir de 1996 aproximadamente por Néstor Ick. Al principio algunos de sus conductores fueron tan incautos como para creer que podrían neutralizar el devastador avance de este Atila financiero asociándose con él. Únicamente le facilitaron la tarea, proveyéndole información o infraestructura que de haber seguido enfrentándolo difícilmente hubiera podido obtener. Su climax de "armonía empresarial" (para el aniquilamiento del Estado santiagueño y la sumisión absoluta de su población) puede verse representada de un modo emblemático en el flamante directorio de la empresa Aguas de Santiago, en 1997, al momento de su privatización.
La amarga experiencia de haber perdido gran parte de su poder bajo las garras de Ick, y a la vez encontrarse perseguidos judicialmente por el aparato judicial juarista, llevó a algunos de estos capitalistas a colaborar asordinadamente con algunos de los sectores que se atrevían por entonces a oponerse a la concentración económica dominante. Lentos para convencerse de su pérdida de gravitación, obligados a la oposición de último momento algunos de ellos, ahora regresan sacando pecho para ocupar los primeros lugares en las reuniones democráticas que comienzan a proliferar por varios ámbitos. También se muestran, junto a sus amigos, como los "salvadores de Santiago" debido a los recursos económicos y de comunicación que en gran medida controlan. No son el enemigo principal, sin embargo (lo cual no significa que debamos confiar en ellos, pues apenas alejado el peligro del enemigo principal, suponiendo que fuera derrotado, se volverán contra nosotros nuevamente).
Se avizora una maniobra política de vasto alcance y sostenida por un oscuro poder, contra la que debemos luchar ahora con todas nuestras fuerzas: el frente formado por Ick, el juarismo, Chabay Ruiz, Cantos y Figueroa. A ellos puede sumarse Zavalía, con la promesa de restituirle su ex-reino municipal, arrebatado por su ex amigo Zamora. Este último vacila entre las mieles de la intervención, que le ha perdonado hasta ahora la vida, o la todavía incólumne estructura económica de Ick, a la cual debe varios favores.

Las tareas de hoy

Por su parte la Intervención Federal parece haber desembarcado con tres proyectos diversos en su seno, aunque públicamente se muestran hasta ahora coherentes. Por un lado, el del ministro de Gobierno, Luis Ilarregui, orientado aparentemente a la aglutinación del mayor consenso posible, pivoteando sobre el PJ y sin hacerle ascos al aparato juarista, para dotar al justicialismo nacional la continuidad del control sobre Santiago del Estero. En la otra punta, el transversalismo del área Derechos Humanos, que parece dispuesta a generar espacios nuevos y de mayor participación democrática dentro de la estructura política del Estado. Y finalmente Lanusse -que ha logrado hasta ahora mantener la iniciativa política en todas las áreas- cuyos propósitos parecen ser muy loables, ya que se orientan a dotar de una estructura jurídica e institucional permanenente a nuestra provincia. Dentro de la cual estén aseguradas la participación democrática de todos los actores y sectores sociales, el ejercicio de sus derechos, dentro de una cultura abierta pero respetuosa en primer lugar de sus valores tradicionales.
En el campo popular existe todavía una mayoritaria cohesión de valores que impulsan a continuar actuando en común, pero se avisoran resquebrajamientos, que deberían ser restañados inmediatamente, so riesgo de perder el poco espacio genuino que se ha ganado hasta ahora y lo que es peor, el protagonismo real de esta lucha, que todavía se libra en sus aspectos fundamentales fuera de los despachos, sean estos privados u oficiales. Así, han surgido mezquinas pujas por pequeñeces, como el espacio obtenido en ciertos medios, o la participación o no de algunas reuniones públicas, etcétera. Debemos tener en cuenta una vez más que a la hora del asalto final, los poderosos forman siempre un frente común. La prueba son las declaraciones del diputado menemista Figueroa, quien ha pactado con Ick pese a saberlo integrante del grupo que casi lo asesina, para asegurarse de tal modo un lugar en la embestida que viene. Hoy como nunca es necesario que todas las organizaciones del campo popular -marxistas, cristianos de base, ecologistas, progresistas de todo tipo, peronistas genuinos- nos mantengamos unidos, luchando codo a codo como hasta ahora, sin ponernos a mirar si nuestro compañero de ruta tiene una verruga para echárselo furibundamente en cara. De la unidad de las organizaciones populares, depende no sólo nuestro destino, sino el futuro de nuestros hijos, nietos, y quién sabe cuántas generaciones más.

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