Julio López
está desaparecido
hace 6434 días
versión para imprimir - envía este articulo por e-mail

Miguel Bru, a once años. Entrevista a la Mamá de Miguel.
Por Ja_V (( i )) - Wednesday, Aug. 18, 2004 at 3:54 AM
cmilaplata@riseup.net

Entrevista realizada en la vigilia que se realizó en la comisaría 9, al cumplirse 11 años de la desaparición de Miguel Bru.

A 11 años de la desaparición de Miguel Bru estamos en la comisaría novena con la mamá de Miguel. Supongo que debe ser difícil para vos estar aquí. ¿Qué cosas pasan por tu cabeza en este momento?

Bueno, yo decía que es doloroso estar acá, pensar en los momentos que habrá pasado Miguel ¿no?, pero que gracias a la compañía de tanta gente, de no estar solos, esto nos ayuda a sobrellevar todo esto. Yo pensaba cuando vine hoy a la tarde que habrá pensado Miguel cuando ingresó, que habrá dicho, que pediría cuando lo estaban golpeando y que sentirán ellos hoy.
Hoy es el cumpleaños de uno de los policías que podrían haber evitado que esto siguiera adelante con un simple llamado a un juez o por lo menos haber entrado a esa oficina de calle y haber dicho basta. Juan Carlos Suárez hoy cumple años, así que no creo que nunca se olvide de eso que hace once años atrás pasó en esta comisaría.

Pasaron muchas cosas durante estos once años, y vos adquiriste una experiencia que ahora estás volcando en la Asociación Miguel Bru, contanos un poco en que consiste la asociación, cual es el trabajo que hacen.

El objeto de la asociación es la violación a los derechos humanos: los apremios ilegales, el gatillo fácil, todo lo que es la lucha contra la violación a los derechos humanos. Nos costó un poquito, el 20 va a cumplir dos años la Asociación, costó encaminarnos, porque cuando recién fue creada era como que no podíamos encontrar el rumbo del objeto real por la cantidad de denuncias que aparecían de todo tipo, la gente sabía de algo y bueno iba con muchas expectativas y a nosotros nos costó realmente lograr el objetivo. Hoy por hoy tenemos 16 causas donde algunas patrocinamos, tenemos por apremios ilegales, por gatillo fácil, uno que es un testigo de la causa de Miguel, y ahora en agosto vamos a tener el primer juicio, a fines de agosto, el primer juicio de la Asociación, un caso donde el padre con el hijo van a denunciar a la comisaría del Dique que habían sido amenazados por el hijo de un policía, y terminan siendo torturados, el hijo era menor y el padre quedó imputado por resistencia a la autoridad, nosotros llevamos adelante la causa por los apremios, la causa por los apremios todavía no está siendo instruida, y la causa que inventa la policía es por resistencia a la autoridad, a fin de agosto llega a juicio, este va a ser nuestro primer juicio desde la asociación. También estamos trabajando en la Isla Maciel, es un trabajo, una experiencia dura diría yo, donde cada sábado vamos conociendo una mamá nueva, un caso nuevo donde parecería que matan los chicos como quien pisa una cucaracha y no sale de ahí adentro, ahí nadie reclama nada, y nadie llega a juicio, y los policías siguen trabajando y siguen amenazando, tierra de nadie diríamos. Donde la gente también... o sea, cuesta, cuesta, concientizarlas ¿no? Creo que están ya auto-excluidos, ellos se sienten auto excluidos, entonces cuesta. De alguna manera lo que queremos es organizarlos para que los reclamos sean más, que no vayan de forma individual, que es ahí en el juzgado donde los empiezan a caminar, a pasear, a que vayan para acá, vayan para allá, o directamente ni los atienden, y bueno, es un trabajo interesante, también estamos trabajando con los jóvenes, hay un proyecto de darles talleres, de panadería, peluquería, periodismo, pero todo cuesta.

Todos estos casos que vos nombras, el de Miguel mismo, no son casos aislados...

No, no son casos aislados desgraciadamente, siempre aparecen casos nuevos, familias que por ahí nos conocemos por el dolor, donde uno encuentra, te diría que encuentra el hermano que por ahí no tenés cerca. Te hermana el dolor que sentís, que sabes lo que está sintiendo el otro realmente, es algo muy especial, y algo muy triste...

Desde varios sectores, incluso de familiares de victimas de la violencia, o desde los medios dicen que una solución a esta ola de inseguridad que se vive entre comillas, es más poder para la policía, ¿Qué reflexión te merece todo eso?

Que realmente no saben lo que están diciendo, a la policía no le podemos dar más poder del que tienen, no tiene un poder legítimo, adonde vamos a llegar si legitimamos ese poder. Creo que realmente no saben lo que están diciendo, o bueno, sería muy triste decir que les tiene que pasar algo a ellos para que realmente entiendan lo que se siente de este lado, lamentablemente esto de la policía lo sufrimos los más humildes, los que menos voz tienen, porque hay muchos casos, y hubieron muchos casos similares a otros que están recientes, donde ni la prensa ni la sociedad se levantó de la forma que se levantaron esa vez...
Eso es lo que duele, porque por ejemplo también había un secuestro, triste secuestro con un resultado muy terrible, que es el de Diego Peralta, y donde uno se pregunta ¿que pasó con la sociedad?, ¿no se dio cuenta de que había un secuestro?, ¿que había un chico de 17 años al que le truncaron sus sueños y que destruyeron una familia?
Entonces a vos te duele, te duele ponerte, yo no digo en contra, pero tener sentimientos distintos cuando son el mismo caso, o sea son jóvenes muertos, muertos por la inseguridad, ellos hablan de una inseguridad, nosotros hablamos de otra inseguridad, de una inseguridad donde tendría que ser seguridad, eso es lo terrible, porque es muy triste que te maten un hijo, no importa quien, pero es más triste cuando te lo mata la policía cuando es quien uno tendría que confiar. Yo me acuerdo cuando pasó lo de Miguel, lo primero que pensé fue en ir a la policía, pero no porque la policía podía haber sido la responsable, sino porque era la que me iba a dar una respuesta, cuando le reclamaba al comisario de que no estaban haciendo nada, que no estaban yendo a los rastrillajes, me contestó: señora, esto es muy serio, le dimos intervención al juez, entonces dije: si hay un juez, esto tiene que tener una solución. Ese juez, era nada más ni nada menos que Amilcar Vara, que tenía ya en su haber, en su currículum, la desaparición de Andrés Núñez, en 1990, las torturas durante nueve horas y media a Roberto Díaz en la comisaría quinta, las torturas a David Guevara. Ese era el juez que o casualidad también estaba en la causa de Miguel. Después de muchas luchas, muchas marchas y mucho apoyo de los estudiantes, y muchísima gente, logramos por el jury político que fue destituido por unanimidad, con un pedido de investigación penal, este señor que supuestamente es la justicia, que tendría que darnos el ejemplo, hace un año que tiene la sentencia firme por Corte de Nación, la destitución, sin embargo no está siendo investigado penalmente. Ahí dentro mismo, tenemos la impunidad, el encubrimiento y la connivencia entre el mismo poder judicial, porque claro, como era un juez como ellos, como la iban a investigar, entonces todo esto a vos te hace pensar, ¿le damos más poder a quien? a los que ya tienen el poder adjudicado, ellos ya tienen el poder, tienen el poder del momento que va un pibe corriendo y te lo matan por la espalda, y siempre tuvieron la desgracia de tropezar, el arma dispararse circunstancialmente, y jueces que creen esa explicación infantil, y, o le dan una pena mínima, o como por ejemplo como el comisario Ojeda, condenado y responsable de esta seccional, y condenado a dos años de cumplimiento efectivo, una vergüenza

Se realizó el juicio oral por la desaparición de Miguel, le dieron dos años a Ojeda y contanos que pasó con los demás implicados en la desaparición de Miguel.

A Ramón Cereccetto que es la persona que le da ingreso como detenido en el libro de guardia, y después le hacen borrar el nombre o lo borra, no se como viene la historia, le hacen borrar, corrige el libro de guardia, también le dan dos años de cumplimiento efectivo, y con ocho meses también ya tenía cumplida su condena.
Y después a dos de los policías que eran del servicio de calle de la comisaría novena los condenan a prisión perpetua Ábrigo se murió, lamentablemente se murió, y Justo López está en la cárcel de Junín, cumpliendo, o sea tiene un beneficio de puertas abiertas sin traspasar muros o sea que el dentro de la cárcel está libre como quien diría ¿no?. No traspasa muros, pero lamentablemente acá había una guardia completa que estaba integrada por el subcomisario Carmelo Forte, por el subcomisario Ernesto Carrizo, el oficial Julio Gómez Sánchez, por el oficial Juan Carlos Suárez, por el oficial Visiconti, ¿y por que los nombro a ellos? Porque ellos tenían jerarquía suficiente para ingresar a esa oficina de calle y parar las torturas a las que estaba siendo sometida una persona, que era Miguel. Ellos tenían suficiente jerarquía para hacerlo, o por lo menos haber colaborado con la justicia y haber dicho bueno, que esto pasó y yo no tengo nada que ver, pero esto pasó en la oficina de calle, y sin embargo el espíritu del cuerpo, de todos y acá estamos nosotros preguntándonos hace once años que nos estamos preguntando donde está Miguel, ellos siguieron prestando servicios ascendiendo, viviendo, seguramente ya tienen hijos o criando sus hijos y mientras tanto nosotros no tenemos ni el derecho a llevarle una flor al lugar que corresponda, que tenés que venir a la puerta de una comisaría, y traer una flor o algo representativo para tu hijo.

agrega un comentario


ULTIMOS COMENTARIOS SOBRE ESTE ARTICULO
Listados aquí abajo estan los últimos 10 comentarios de 1 escritos sobre este articulo.
Estos comentarios son enviados por los visitantes del sitio.
TITULO AUTOR FECHA
Somos Familia? Jorge Bru Friday, Aug. 27, 2004 at 3:50 PM